familia monoparental, diversidad familiar y adopción

Afro Hair

Andamos estos días hablando de cabellos rizados, productos de belleza, desrizantes y alisados.

Y de por qué las mujeres negras con poder (pienso en Michelle Obama, en Condoleezza Rice) van todas con el pelo estirado y liso como una tabla.

Obviamente, cada mujer tiene derecho a hacer con su pelo lo que le dé la gana. Faltaría más. El problema es cuando no es una opción individual, sino social… cuando todo un colectivo escoge hacer lo mismo con su pelo, y lo mismo es «blanquearlo». La idea no es mía: algunos activistas negros por los Derechos Civiles en Estados Unidos, como Angela Davis, hacían de su pelo afro una bandera para reivindicar la hermosura de la negritud.

Hace poco leí que hay una moda entre ciertos sectores sociales en países de Asia, entre las mujeres, de operarse los párpados para occidentalizar (redondear, vaya) sus ojos. Esto las hace verse más guapas, y encontrar mejores trabajos, lo cual seguramente repercute en su autoestima, pero, ¿por qué estas cosas son casi siempre una carretera de un solo sentido? ¿Por qué las mujeres blancas no nos «achinamos» los ojos o nos rizamos el pelo? ¿Qué hay detrás de la imposición de determinados modelos de belleza?

 (también podríamos hablar de los sectores de mujeres mediterráneas que se tiñen de rubio… algunas incluso tiñen a sus niñas de 6 o 7 años, lo he visto con mis ojos, palabrita del niño Jesús).

Me parece que algo falla cuando para sentirnos guapas, tenemos que transformarnos en algo distinto. Es muy diferente de cuidarse o arreglarse, creo yo.

Hace unos meses estuvimos en una comida con los que viajamos juntos a Etiopía. Convenimos que todos estábamos bastante iguales, excepto una madre, que hace 5 años llevaba el pelo liso y teñido y ahora lo lleva rizado (natural) y castaño (natural). Lo comentamos, y ella dijo: he descubierto que lo que mejor sienta es lo natural… esto es para mí la base de la autoestima.

Comentarios en: "Afro Hair" (44)

  1. Bueno, yo siempre he tenido el pelo muy lacio y en cuanto pude de adolescente me hice rizos con una permanente que ademas me lo estropeaba mucho y recuerdo que mis amigas morian por el pelo lacio mio… Por ahi hay algo de no apreciar lo propio, de ver lo ajeno como mas valioso, baja autoestima que le dicen. Es tambien seguir el ideal de belleza que es impuesto por los blancos. En Argentina la mayoria de las mujeres se tiñen de rubio, cuando el color natural mas comun es el castaño siendo que casi todos los argentinos, o somos descendientes de europeos mediterraneos o una mezcla de europeos con nativos o en algun caso afros.
    En cuanto al pelo alisado de las mujeres afroamericanas, yo observo que es muy comun a partir de la adolescencia y se ven muy pocas mujeres con cabello natural. Algo que aqui es muy comun tambien son las extensiones. A veces las mujeres llevan el cabello muy corto pero con las extensiones parecen tener un pelo larguisimo lacio al estilo de la gente blanca.
    Los hombres afroamericanos parecen preferir las mujeres que mas se acercan exteriormente a la raza blanca y hay un rechazo a las mujeres muy oscuras de cabello ultra rizado. Eso es un factor importante en el momento de decidir que hacer con el cabello, me imagino. Ademas segun dicen los afros aqui a los blancos les asusta ver el pelo natural africano, lo consideran amenazador y poco «profesional» y muchas mujeres se lo alisan para conseguir un buen trabajo. Ese rechazo del pelo afro natural aqui en EEUU viene de la epoca de la esclavitud donde los amos obligaban a sus esclavas a llevar un pañuelo para ocultar el cabello que consideraban «ofensivo» y por supuesto los hombres eran rapados.
    Lo que si noto en los ultimos años es una apreciacion por el pelo afro natural, hay cientos de blogs de cabello natural, y no se si me equivoco, pero el tema de las adopciones transraciales ha ayudado a cambiar la opinion, ya que muchos de esos blogs son escritos por madres blancas que han adoptado niños negros. En cierta manera, el blanco ha «descubierto» el afro e impone de nuevo su opinion, y ahora el cabello africano natural es mainstream. Un ejemplo es el famoso video de Sesame Street de un titere afroamericano que canta su amor a su cabello natural… y quien lo hizo? Un padre adoptivo blanco de una niña negra!!

    • Muchas gracias, Alicia. Que gusto da tener de primera mano los puntos de vista del otro lado del océano, donde tanta ventaja nos lleváis a los españoles en debatir temas raciales.

  2. Yo lo entiendo, casi es natural querer distinguirte de lo que te rodea, y hasta se puede decir que provoca atractivo sexual, en cuestion de belleza queremos distinguirnos. Siempre recuerdo el shock que me provocó cuando fui a vivir a Finlandia y mi compañera de piso que era una rubia de ojos azules guapísima, me decía que envidiaba mis ojos marrones, mis cejas (hay que joderse, mira que son pobladas y feas) y mi pelo, que es castaño y no es ni rizo ni liso. Y curiosamente los finlandeses se daban la vuelta al verme pasar, y no sabeis lo que ligaba en la discoteca, lo mismo que aquí una rubia mona. Eso, que siempre queremos lo que no tenemos, no lo veo como una pérdida de autoestima, y cuando se me ocurre ir a la pelu me gusta que me pongan o el pelo liso como una tabla o una permanente con unos rizos monísmos. Otra cosa, es operarse, pero para mí es igual lo de los ojos de las japonesas, ponerte unas tetas como Beyoncé o unos labios como la Angelina Jolíe, no lo veo como un tema racial, sino sexual.

    • Estoy de acuerdo… cuando hablamos a nivel individual. Cuando es algo de todo un colectivo, y que además va en una sola dirección… creo que es más complejo. Creo que hay una cuestión de «poder» detrás. ¿Se tiñen de moreno las finlandesas, se ponen lentillas marrones… como sí hacen, al revés, algunas mujeres latinas?

      • Claro que sí, un montón se tiñen de negro y la verdad es que a mí me parece que les queda fatal, tonos morenos en el maquillaje, etc.. Yo de verdad creo que ahí no hay cuestión de poder, sinó de si eres una persona de las que va a la peluquería o de las que pasa olímpicamente o no tiene dinero para ir a la pelu habitualmente. Me parece muy interesante la reflexión de Alicia, que va en la linea de lo que explico,por supuesto siempre a nivel de estereotipo, los afroamericanos parecen gustarle las mujeres más blancas (pero en el fondo la mayoría se casan con los de la misma raza), y a nosotros o los rubios nórdicos o los negros altos (y acabamos con el españolito medio)

      • Gracias por la aclaración, no conozco Finlandia (aunque tengo una amiga de allí… pero es de padre español, así que supongo que allí, como aquí, es una «belleza exótica»).
        Yo al final, estoy con Llongueras: «La mejor edad para una mujer es esa en la que se gusta como es»

  3. Yo creo que el porqué de que esos cambios parezcan ir siempre en la misma dirección es bastante claro: hay miles de razones culturales (me refiero al cine, a la música pop, etc.; no a la «alta cultura»), económicas, de poder (por el momento), etc., por las que el canon blanco es el más atractivo en todo el mundo; y, dentro de los blancos, por las que el tipo anglosajón o más bien nórdico lo es aun más.

    Cuando esos cambios de imagen son, como dices, colectivos, no son más que un síntoma de esas diferencias en las percepciones mutuas. Y cuando estas cambien, aquellos lo harán también.

    Y hay mucho de sexo en ese atractivo, claro. Personalmente, creo que las mujeres más guapas que he visto las vi en Polonia (eslavas esbeltas y preciosas, puras) y en el sur de Francia (mulatas, o mezcla de blancos y magrebíes, puro mestizaje): ¡viva la diversidad!

    Besos.

    • Claro, yo pienso lo mismo… pero siempre me sorprende cuando se argumenta desde «la elección personal». Obviamente, también está la elección personal, y la libertad para hacer lo que queramos con nuestro cuerpo, pero cuando esta elección viene de este tipo de condicionantes, ¿es tan personal? ¿es tan «elección»?

  4. Lo que a mí me parece más reseñable de esta conversación es que nadie se cuestione el por qué el sujeto que modifica su apariencia de una forma más o menos drástica es SIEMPRE femenino…
    Es la mujer la que se alisa el pelo, o se modifica el párpado, o se tiñe de rubio o moreno según tendencias más o menos racistas o exóticas (porque ojo, las consecuencias difieren entre la negra que no es contratada en EEUU por llevar el pelo afro o la latina que que es invisibilizada por ser morena, que entre la finlandesa que liga más por llevar lentillas castañas… que parece que es igual pero no es lo mismo, como decía Alejandro Sanz).
    Es decir: Entre hombre y mujer, la que cambia su apariencia (más o menos radicalmente, con más o menos sacrificio) para ajustarse a un estereotipo «más atractivo» es siempre mujer.
    Unas lo hacen para obtener un plus de atractivo sexual y otras, además, para no ser discriminadas también por su filiación racial.
    A mí, como mujer y madre, lo que me jode más es esto.

    • Tienes toda la razón. Cuando escribía sobre el pelo afro pensaba en este concepto que se llama «El harén occidental», sobre el que creo que no he escrito aquí en el blog (me lo apunto como tema pendiente). Y en aquello que dice Luis Rojas Marcos y que yo trato de recordar siempre: «La dieta es el mayor sedante sociocultural de la historia de la mujer». ¡¡La de cosas que dejamos de hacer mientras nos preocupamos por perder peso, hacernos mechas o rizarnos las pestañas!!

      No puedo abrir tu enlace.

    • Yo ahí también discrepo, que la nueva generación de chicos teneis que ver lo que se lo curran, que si gimnasio, que si arreglados, la ropa ya no va de cualquier manera. Yo aún salgo por las noches y ya no es lo que era, a pocos ves ya con flotador o echando barriga 😉 . Los chicos se arreglan muchísimo (y ya estoy diciendo arreglan, así que estoy cayendo en estereotipos, pero hay que ser realista, te fijas más).
      No conozco demasiado USA, pero el pelo afro o el pelo encrespado como el mio, se puede llevar bien arreglado o no y eso es importante en la imagen en una entrevista de trabajo, allí y aquí.Me cuesta pensar que hay que alisarse el pelo para conseguir un trabajo, pero llevarlo bien arreglado seguro.
      A mi lo que más me preocupa, en el caso de España, es que pongan como se pongan el pelo nuestros hijos, no se van a ajustar ni parecer a ningún estereotipo ni van a pasar desapercibidos y auque en muchas ocasiones nos gusta destacar y te pones un vestido precioso y un arreglo de pelo espectacular para intentar ser la reina de la fiesta , en muchas otras nos gusta pasar desapercibidos, y con no arreglarte y llevar algo sencillo no te mira nadie por la calle y ellos nunca podrán conseguir eso, van a tener que vivir siempre destacando y no debe ser nada fácil .

      • Muy buena la última reflexión.

        A veces fantaseo con movernos a sitios donde mis hijos, y mi familia, pudiera pasar desapercibida… ¿Cuba? ¿Toronto? ¿Marruecos? Bueno, allí ya hemos estado y aunque «racialmente» podamos pasar todos por marroquíes, incluso los que no lo somos, lo cierto es que como familia sí llamábamos mucho la atención…

      • Tienes razón, Bone, con respecto a que la presión estética ya está alcanzando al género masculino… pero sigue sin ser equiparable en términos de esfuerzo, dinero y tiempo invertido. Y tampoco con respecto a los resultados esperados o los riesgos de no ceder ante esa presión estética.

        Lo que hacen ellos (generalizando) es comparable a lo de la nórdica que se pone lentillas castañas para salir de noche. Ligan más que sus congéneres en el momento discoteca, pero si no van al gimnasio ni se depilan con regularidad problablemente no habrá quien le trate con desprecio por defecto, que es lo que sí le pasa a una gorda sin depilar. ¿no te parece?

  5. (continúo, que sigo pensando…) Y es a la mujer siempre a la que se la cuestiona/critica por la decisión que tome en relación a su cuerpo, sea esta decisión la que sea.

    «Obviamente, cada mujer tiene derecho a hacer con su pelo lo que le dé la gana. Faltaría más. El problema es cuando no es una opción individual, sino social…».

    Podemos decidir hacer lo que queramos, faltaría más, pero siempre habrá «un problema» que cuestione la legitimidad o validez de nuestra decisión (y, sobre todo, en ningún momento se identificará claramente al machismo como desencadenante de ese «problema»). Es decir, siempre la elección de la mujer será discutible.

    Es un poco como lo de dirimir sobre la decisión de trabajar de mujeres como Saenz de Santa María. Ellas puede elegir, faltaría más, pero elijan lo que elijan las pondrán a caer de un burro con toda naturalidad, del mismo modo que nadie criticará nada sobre las elecciones de hombres en iguales circunstancias. Para que sean criticadas las decisiones estéticas o paternales, el genero masculino es siempre intocable.

    Hago estas reflexiones deslabazadas porque entiendo que el tema de género está detrás y subyace, y me parece un factor importante a tener en cuenta a la hora de responder a tu pregunta «¿Qué hay detrás de la imposición de determinados modelos de belleza?»… No hay que obviarlo alegremente, y no he visto recogida su influencia ni en tu post ni en la conversación posterior.

    Un beso, Mamá de Marte, feliz navidad, feliz año y felices reyes con retraso… ya estoy de vuelta en la webesfera. ¡Os extrañé!

    • ¿Cómo que no está en la reflexión posterior? ¡¡Claro que está!! La has aportado tú. En el post original, tienes razón, no. Mea culpa. Por esto hago como Kennedy, me rodeo de mentes más brillantes que yo (o sea: vosotros)

      El tema de Soraya Sáenz de Santamaría, sí, también pensaba en ello… Yo no soy de la que piensan que es una decisión personal, no en el caso de las políticas. Creo que ellas – sí, y ellos también – deberían predicar con el ejemplo, no mandar a la sociedad el mensaje de que la baja maternal no es importante ni necesaria. Me parece tan mal que Soraya Sáenz de Santamaría renuncie incluso a esta parte de la baja maternal que no es compartible con el padre, que es «obligatoria» (las primeras 6 semanas) como que Sarkozy estuviera en una reunión con Angela Merkel cuando estaba naciendo su criatura. Me parece imperdonable que no lo dejara todo para estar junto con su mujer en un momento como este.

      Aunque comparto contigo, claro, que la consideración, y la crítica social no tienen parangón en un caso y en otro.

  6. A mí me da la impresión de que cuando se hace la crítica al hombre, se hace porque es obligada… pero el doble rasero, inconsciente, se sigue utilizando por defecto.

    Por ejemplo, en tu comentario equiparas en tu crítica 6 semanas de baja de una mujer con el acompañamiento de un parto de un hombre. Si lo vemos en horas es una cuestión sangrante: estás igualando 1008 a 12 (como máximo). ¿no es desproporcionado?

    Con el agravante de que en ningún momento se recogen las posibilidades, declaraciones o evidencias «exculpatorias» que pueda tener la mujer (como que se lleve al niño al trabajo, que haya «recortado, adaptado y/o flexibilizado» su jornada laboral para adecuarla a las necesidades de su hijo, que siga parándolo todo cada tres horas para darle de mamar, que haya buscado apoyo especializado, que su pareja esté implicada, etc…) y sin embargo se dan por hechas en el hombre (en ningún momento a nadie se le ha ocurrido siquiera pensar en que él se lo esté llevando a la oficina días después de nacido o se asegure de no viajar un mes después para no separarse de él…).

    Más casos de doble rasero y desproporción en temas de género: La misma cantidad de saliva con «El problema es cuando no es una opción individual, sino social…» se ha gastado en cuestionar la libertad de las mujeres sobre elegir si cubrirse la cabeza o no en los espacios públicos. No solo se ha gastado saliva, sino también leyes. Ahí se identifica algo más el factor de desigualdad de género en esa «opción social», pero es sólo aparentemente, porque las medidas que se plantean sobre ello (es decir: prohibir o no prohibir A LA MUJER llevar el velo) no tocan en ningún momento a los hombres que son supuestamente los causantes de dicho problema.

    Me recuerda un poco a lo que pasó, creo que con Benazir Bhutto, cuando los legisladores cuestionaban, con total normalidad, la posibilidad de poner un toque de queda a todas las mujeres en la noche debido al incremento de violaciones al oscurecer. Ella dijo «¿y por qué no lo imponemos a todos los hombres, ya que son hombres los violadores?». Desde luego dejó a todo el mundo patidifuso. Esa posibilidad no se le había ocurrido a nadie, pero tiene más sentido ¿verdad?.

    Es decir, muchas veces me da la impresión de que las mujeres la cagamos por defecto: si no estamos decidiendo cosas erróneas debido a que estamos condicionadas por «la presión social» (sea eso lo que sea), nuestro error estriba en no tener en cuenta de que tenemos una «responsabilidad social» a la que estamos haciendo caso omiso (sea eso lo que sea). Y, mira tú por donde, además aparentemente en ambos casos salimos lo suficientemente perjudicadas o perjudicamos a otros lo suficiente para que además se nos critique o se nos limite más que al hombre. ¿no es un poco extraño?

    Amplío esta impresión con respecto a la identidad racial. Si el pelo afro queda afro, malo, si se alisa, igual… ¿quién no va a tener problemas de autoestima o de seguridad así?

    Yo creo que a veces tendríamos que pensar en las cosas más básicas desde el punto de vista de un marciano llegado por primera vez a la tierra, alguien que llega sin ninguna idea o condicionante preestablecido. Preguntarnos ¿qué es lo que vería él en este caso?. Yo juego muchas veces a eso… ¡y alucino conmigo misma! 😀

    P.D. gracias por lo de mente brillante, tal como tengo yo misma la autoestima últimamente me viene estupendamente tu piropo… aunque me conste que es absolutamente inmerecido. ¡Sobre todo en comparación contigo! Otro beso.

    • Creo que no era Benazir Bhutto, creo que era Golda Meir, la que fue presidenta de Israel. Siempre me ha gustado esta anécdota, precisamente por lo que tú dices: lo ves tan claro… ¿y no se le había ocurrido a nadie?

      Y en lo de velo estoy de acuerdo y tengo que reivindicar que es algo que yo sí he defendido en ocasiones: si ir con Burka no es una opción de la libertad individual de la mujer, sino una imposición de su marido, ¿por qué la castigamos a ella prohibiendole llevarlo – y posiblemente encerrándola en casa – y no al marido, que es sin duda un maltratador?

      P.D: Cuidate la autoestima, que si no lo haces tú… Bien regresada!! Y buen año.

  7. martucha dijo:

    Hola, llego cuando ya habeis debatido con muchas y buenas ideas aportadas. Yo creo que es un tema de modas, de ídolos, de iconos… supongo que algún caso tema racial, puede ser, cuando se está sufriendo por la raza que haya gente que intente desdibujarse un poco, pero creo que ahora esto más tema de publicidad, cine y los modelos que nos meten por los ojos a todas horas, demasiado pressing con la imagen.
    Y estoy de acuerdo en que somos las mujeres el target principal, aunque ahora ellos se cuidan mucho más, a nivel físico y público siempre se critica más a las mujeres.

  8. Precisamente en El Harén Occidental, Fatima Mernissi hablaba de la talla 38 como el burka de la mujer occidental…
    Por otro lado, es innegable el poder y la ventaja que supone la belleza física, y los privilegios que ésta conlleva. ¿Cómo no va a ser entonces algo a lo que aspira cualquiera? Quizás, a diferencia de otros siglos, antes la belleza era un don: o se era o no se era guapa. Sin embargo, ahora existen formas de embellecerse de forma incluso radical.
    ¿Cuál es el equilibrio? ¿Dónde se encuentra el lícito deseo de estar y verse mejor y dónde comienza la obsesión?
    En cuanto al pelo liso, no sólo la raza negra considera que éste es «el» tipo de pelo a llevar. Aún hoy, el liso es el pelo «profesional», el más adecuado para triunfar. ¿Os acordáis cuando Angeles Caso supuso una auténtica revolución como presentadora de informativos porque osaba llevar el pelo rizado y se habló más de su melena que de su capacidad profesional? Las estrellas de Hollywood se pueden permitir llevar algunos rizos en la alfombra roja, pero políticas, banqueras o cualquier tipo de mujer en puesto ejecutivo llevará, como mucho, una ligera onda conseguida a base de un políticamente correcto brushing en un pelo, por lo demás, perfectamente liso y arreglado.

    • ¿Creéis que hay algún tipo de explicación «racional» sobre la preferencia por el pelo liso? Del tipo de la que hay sobre la preferencia por el pelo rubio (se ve que es un indicador de fertilidad, por esto es mucho más habitual en mujeres jóvenes que en mayores).

      • no sé si es racional o no, pero el pelo de la mujer siempre se asocia a la sexualidad y a la parte más primigenia y poderosa de las mujeres (de ahí el recato que implica cubrirlo con un velo o con el pañuelo de nuestras abuelas). En la antigüedad, las mujeres con el pelo descubierto, eran rápidamente identificadas como prostitutas, como mujeres sin padre-mario o hombre que las tuviera a su cargo. Tengo un libro en casa que habla sobre esto, de cuando estaba en la facultad. Lo reviso y si encuentro algo más, lo comento. A mi me parece que el pelo liso y ordenado recuerda más a una cabeza tapada que no una melena loca.

      • Que interesante punto de vista!! Si encuentras algo interesante haznos un resumen, porfa.
        Por cierto, las judías ortodoxas tienen también una tradición relacionada con el pelo y su aspecto sexual: cuando se casan, se rapan (y empiezan a llevar peluca), porque el cabello se considera lujurioso.
        Una vez más, la lujuria de los hombres se ataja no tomando medidas contra los hombres, sino contra las mujeres que la «provocan»… ahí tenemos las obligaciones de cubrirse pelo, cuerpo y a veces incluso cara, y prohibiciones o críticas a las minifaldas, escotes, etc…

      • Hombre… todas después del buen sexo somos una versión bastante satisfecha de la Medusa… ¿o no? 😉

        Por cierto, ella fue castigada a ser un monstruo de pelos locos por tener buen sexo con un dios en el templo de Atenea, que era casta y pura… todo parece tener sentido.

  9. Este finde salí y me encontré con una chica negra guapísima con el pelo liso…. (es que en mi ciudad aunque hay chicas negras, lo que no suelen ir es a los locales de moda, principalmente supongo que por un tema económico, las copas son carísimas) y por supuesto no pude parar de pensar en nuestra conversación de la semana. Me quedé con lo que comentaba Alicia, que ahora se vuelve al pelo afro sobre todo por los blogs de madres adoptantes transraciales, o el vídeo de Barrio Sésamo, que también estaba pensado desde el punto de vista «blanco». Yo tengo un niño, así que no me como el tarro con el pelo, pero hablando con amigas mías que tienen niñas etíopes, por supuesto, no entienden que se lo alisen, «con las maravillas de peinados que se puede hacer con ese pelo», y les hacen verdaderas monadas, pero creo que al final es lo mismo, es el pelo que no tenemos y que nos gustaría tener. En una palabra, si tuviese una hija adolescente que quisiera alisarse el pelo para salir, pues ya me vereis aprendiendo a manejar las planchas como es debido, se parecería al 90% de mujeres negras que vemos por ahí y la comprendo perfectamente, si le pongo unas pincitas de colores monísimas, o unas bolitas en las trencitas, pues igual no quiere parecer un árbol de Navidad y no le iría con el rollo de que alisarse el pelo implica que «la cultura blanca impera en el modelo estético internacional por múltiples y variadas razones desde un punto de vista sociológico». Y tampoco creo que peinarse el pelo (alisarlo ellas o hacernos la permanente nosotras) para salir sea un tema de baja autoestima por no querer reconocer tu cuerpo tal y como es, yo procuro vestirme con ropa que no me marque el michelín, pero eso no quiere decir que no lo tenga ni que no acepte mi cuerpo, de hecho no hago nada para eliminarlo ;-).

    • Bueno, yo probablemente haría lo mismo. Pero creo que no dejaría de hacerle notar la parte sociológica del asunto… A mis hijos no les prohibo las cosas que a mí no me gustan (otra cosa es que sean peligrosas, o estén mal; hablo de gustos, puramente), pero sí reflexiono con ellos sobre el asunto (por ejemplo, A., estuvo hace pocos días jugando con una pistola de un amigo. No se lo prohibí, ni siquiera le impedí aceptarla cuando se la regalaron; pero le expliqué por qué no me gustan las pistolas, y por qué razón yo nunca le voy a regalar una).

      • como puedes ver en los post que he escrito,no tengo tan claro que la parte sociológica en este tema, sobre todo por lo que comentaba Alicia, que los defensores de los pelos al natural de los niños afro los relacione con familias transraciales, es decir, que esa nueva tendencia también la promueven los blancos en el fondo.Tambien tengo que decir que la semana pasada fuimos a ver el Alabama Gospel Choir (que por cierto a mi hijo le encantó, sobre todo ver a tantos adultos negros juntos y un auditorio hasta la bandera rendido a sus pies) y en las chicas había de todo, eso sí, peinadísimas: pelos lisos, trencitas teñidas de marrón, rastas, coletas varias….vamos, la vida misma.
        En el tema pistola, yo soy igual, no se las prohibo, mas que nada porque las hace con un trozo de palo, pero le explico lo mismo, porqué yo no se las voy a comprar, aunque despues me ve viendo clásicos de vaqueros de John Wayne y tenemos que hablar de realidad y ficción y el me dice, tu ves la peli y yo estoy jugando (toda la razón, ambas son ficción….)

      • Bueno, los primeros que defendieron el «pelo afro» en todo su esplendor fueron negros en los 60 (que yo recuerde). Angela Davies y los Black Panthers y todos los activistas negros que inventaron aquello de «say it loud, I’m black, and I’m proud». Aunque tengo que decir que he buscado imágenes de Angela Davies, y en la actualidad lleva una melenita… bastante lisa.

        Supongo que si tuviera una hija que quisiera el pelo liso, igual que hago con mis hijos ahora en este y otros temas, simplemente me preocuparía de descubrir que no haya un rechazo al hecho de ser negra… y que no se estropea el pelo usando según qué productos o técnicas.

        Porque al final, en algo sí tienes razón (o mejor dicho: en algo sí estoy de acuerdo contigo). Quién soy yo, mujer blanca, para decirle a las mujeres negras cómo tienen que sentirse respecto a su cabello o respecto a nada?

    • Yo estoy totalmente de acuerdo. Yo soy mulata y el llevar el pelo afro o no, no es una cuestión de autoestima sino de practicidad. Es muy bonito en fotos y cuando eres niña y tienes una madre/peluquera con el tiempo suficiente para hacerte peinaditos. Francamente el pelo afro exige grandes cuidados. Te lo alisas y punto!, no creo que una persona de raza blanca tenga falta de autoestima por tomar el sol para estar más «negra». En muchos casos las transformaciones físicas que nos imponemos son el reflejo de algún transtorno pero no creo que sea más que en un pequeño porcentaje!

  10. Mi hija, aún siendo una negra muy oscura, tiene el pelo apenas ondulado. Ni siquiera rizado: sólo ligeramente ondulado. Ya en Etiopía me lo decían, cuando era sólo un bebé: «you’re lucky, she has soft hair» (tenéis suerte, tiene el pelo suave). Y no conozco una sola chica negra que no envidie muchísimo, y así lo comente, el pelo prácticamente liso de mi hija.
    Exactamente, ¿quién soy yo para explicarle a ellas cómo deberían llevar el pelo cuando yo cuido muchísimo el mío? No me refiero a la discusión sobre las causas sociológicas y antropológicas (¡super! interesantes) de los cánones de belleza, sino en una reivindicación blanca del pelo afro. ¿Acaso yo me permito que vaya encrespado…?
    Las mujeres negras con las que he hablado de este tema se acaban decantando más por la comodidad que por otros factores: más corto, más largo, natural o más liso, pero, sobre todo, más o menos manejable.

  11. Lo dicho, el pelo no me preocupa, me preocuparía muchisimo que quisiera comprar esos productos para «aclarar la piel», que he visto en algunos reportajes, ahí si que veo un descontento con su cuerpo y con el hecho de ser negr@.

  12. Realmente, ¿qué diferencia hay entre cremas para aclarar la piel y nuestra obsesión por el moreno, aún siendo conscientes de que tomar el sol es peligroso? Y no es que los occidentales no nos gastemos dinero en cremas anti manchas ni en tratamientos que las eliminen…
    Supongo que son diferentes caras de una misma moneda, y siempre tienen un significado social y antropológico. En épocas antiguas, la palidez era un valor a resaltar porque significaba que no trabajabas en el campo, y por tanto, no estabas bronceado. Y cuando todo el mundo empezó a trabajar en interiores y se popularizó el ocio al aire libre, el aspecto bronceado pasó a ser codiciado.
    Ya lo dijo Obelix, «están locos estos romanos…» ¡Y los que no son romanos!

  13. Me parecen muy interesantes vuestros comentarios. Pero, a raíz del de Raquel sobre temas de género, etc., me surge una duda:

    ¿Estáis discutiendo si estamos en una sociedad discriminatoria, o directamente machista, en la que el físico de la mujer importa, influye, condiciona, socialmente más que el del hombre (a pesar de que la tendencia vaya recortando distancias)?

    ¡Coño, pues claro!

    Besos.

  14. No se por que causa tanto escándalo esto, si las negras queremos alizarnos el cabello eso es problema nuestro, si queremos llevar el cabello afro natural también, cada cual se hace lo que quiere en su cuerpo y su cabello, lo que le sienta mejor… Porque no nos escandalizamos cuando una blanca se broncea o se pone más cola? porque no decimos que quiere volverse negra o que se esta negriando?, peo si nos escandalizamos cuando una negra quiere alizarse, ahi si decimos que se quiere volver blanca?, Creo que esto es una manera de racismo y discriminación todos somos iguales y cada cual se ve como se quiera ver, dejemos tantos paradigmas y estereotipos por favor!!!

  15. Yo tengo dos hijas negras y a veces se alisan el pelo con planchas para verse diferentes, luego se cansan, lo lavan y listo… Vamos como ponerse los rulos de antes. Una tiene el pelo de rizo de tirabuzón suave y la otra, a pesar de tener el rizo muy grande, lo tiene muy encrespado y se le enreda mucho así que suele llevarlo corto. Son mayores no niñas así que por mi, mientras no sea algo permanente y que tenga químicos muy fuertes me da igual. Particularmente no me gusta lo poco natural, mujeres de piel clara muy morenas en invierno por ejemplo, o melenas permanentadas o alisadas o muy teñidas, mujeres muy delgadas con pechos enormes, hombres muy musculosos o muy bronceados (vamos que Julio Iglesias me da grima con ese moreno artificial), Pero es mi opinión personal claro y entiendo que uno se aburra de verse siempre igual y quiera cambiar. Si que pienso que hay un componente social y que en general lo que se busca es un estándar de belleza que este de moda pero con una tendencia a lo que parece más occidental y de clase social más alta o más sexual y juvenil. Un ejemplo claro es una amiga mía, latinoamericana, guapa de cortar el tráfico a la que una vez le dije que lo era, que su cara era muy indígena (exótica) y me dijo que en su país eso era un insulto.
    Una de mis hijas, tenía claro al llegar que nadie se casaría con ella por ser muy negra y esa idea ya la traía de su país. Otro día me dijo que su madre bio era muy guapa porque era muy clara… No dijo era muy guapa y muy clara como un adjetivo más (como si hubiera dicho guapa y baja o delgada….) si no como si esa fuera la mayor causa de su belleza. A mi ese tipo de percepciones no me parecen saludables. Dicho esto a mi me amargaron la juventud por ser muy blanca, en una época en la que todo el mundo estaba moreno.

    • Tiene que ser muy difícil subirle la autoestima a una niña que tiene tan claro que una parte tan visible de ella la hace fea, peor, indeseable…

  16. Por cierto algo que me revienta es ese desprecio total hacía las necesidades de las mujeres negras, esta tarde me la he pasado buscando unas bragas para piel negra (o sea color marrón) sin costuras y con los bordes cortados a laser para que mis hijas puedan llevar sus pantalones blancos sin que se les transparenten las bragas, en todas las tiendas tenían solo color carne de blanca… Manda huevos, en Barcelona no en un pueblecito… Así cuesta que no se sientan mal por ser negras, si hasta lo más sencillo se complica!! Buscar maquillaje es una odisea también…

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