Los profesionales

Me llega una convocatoria para una charla organizada por ARFACyL sobre la mediación profesionalizada en la Búsqueda de los Orígenes. Me llama la atención una frase del texto: «La búsqueda de orígenes es inabordable sin la mediación. Y ésta no puede ser cualquiera: debe ser altamente cualificada y profesionalizada». 

Dejando al margen lo interesante que promete ser la charla, la frase me hace reflexionar sobre la mediación, un tema en el que he pensado bastante últimamente.

Y tengo la sensación de que se está montando un negocio que parte de intentar convencernos que necesitamos depositar nuestra búsqueda en profesionales, y en unos profesionales concretos. ¿De verdad es «inabordable» sin mediadores profesionales? Entiendo (y comparto) que un mediador puede ser útil, pero, ¿necesario? ¿IMPRESCINDIBLE, como se deduce de la convocatoria de la conferencia?

Los mediadores, como el resto de profesionales (psicólogos, pedagogos, etc) nos pueden servir para ver las cosas desde fuera, para aportar puntos de vista nuevos, para desbloquear situaciones…. No tengo nada contra estos profesionales. Creo que pueden jugar un papel muy importante, por ejemplo, en las crisis de pareja, cuando se enquistan… pero no creo que todas las parejas necesiten mediadores para gestionar sus crisis. Igual que puede ser útil consultar a un profesional «cómo contarle los orígenes a tus hijos», si te sientes bloqueada y no sabes hacerlo… pero la mayoría de familias no lo necesitamos.

Prácticamente toda la gente que conozco que ha buscado a la familia (sean adoptados adultos o padres de niños adoptados), lo han hecho sin mediadores profesionales. Otra cosa es que hayan necesitado la ayuda de «intermediarios»: gente del país, que traduzca, alguien de los servicios sociales, del orfanato, de la ecai…

Todas las experiencias que conozco, realizadas sin el concurso de mediadores profesionales, han sido buenas.

Tengo la sensación de que en todo lo referente a la adopción, desde a la preparación previa hasta a la post-adopción, se nos intenta convencer de que debemos dejar las decisiones en manos de «profesionales», y «profesionales especializados en adopción», además,  y esto hace que a menudo los discursos de las familias (incluso las que piensan por su cuenta) tengan tendencia a repetir y no cuestionarse determinados tópicos.

Y creo que esto puede aplicarse a otros ámbitos: hace poco me leí un libro llamado «La mejor guardería, tu casa», de Eulalia Torres de Beà. Es de estos libros que consideran que todos los problemas de los niños vienen de la «pronta institucionalización» (o sea, que están en contra de las guarderías). No comparto todo lo que dice, aunque probablemente difiero más en la forma (catastrófica) que en el fondo. Hubo algunas ideas, sin embargo, que me parecieron muy interesantes, y una de ellas era que muchos padres delegan decisiones de crianza (cuando quitar el pañal, qué alimentación darle a los niños, etc) en profesionales (guarderías, pediatras, etc).

Y creo que tiene razón, que veces tomamos decisiones en contra de nuestro criterio porque nos parece que lo que dicen «los expertos» va a ser mejor que lo que decidamos nosotros. Que la excesiva profesionalización de nuestra vida diaria ha hecho que dejemos de confiar en nosotros mismos.