Laura Gutman
Hace algún tiempo cayó en mis manos un libro de Laura Gutman. Me pareció muy interesante, una de las cosas más interesantes que había leído en tiempo. Pero también desazonador.
Por lo que tiene de verdad.
Y porque, ¿cómo estar a la altura?
He vuelto a encontrar ese libro, y estas son algunas de las ideas que subrayé entonces:
–«Este es el momento en el que se divide la humanidad: entre quienes han recibido seguridad, contención, contacto corporal… y quienes no lo han recibido».
— «Lo que nuestros padres – o quienes se han ocupado de criarnos- hayan dicho se ha constituido necesariamente en lo más sólido de nuestra identidad»
— «Para dar de mamar hay que estar dispuesta a perder toda autonomía, libertad y tiempo para una misma. Lactancia y libertad no son compatibles» .
–«No estamos diseñadas para criar solas a nuestros hijos».
— «En otros vínculos hemos podido vencer al enemigo o nos hemos retirado de la escena. Pero con un niño en brazos estamos atrapadas, no podemos abandonar esta relación».
— «El nombre muerte súbita está mal elegido. Tendríamos que llamarla muerte en la cuna. Ningún bebé sano muere súbitamente en brazos de una persona maternal».
— «Los adolescentes puede decir lo que sienten y lo que piensan porque ya no nos tienen miedo. Saben que pueden sobrevivir quizás en mejores condiciones entre iguales que bajo la rigidez y la incomprensión de sus familias».
— «El niño nos sumerge en un mar de tinieblas, nos arroja al destierro, lejos del mundo donde suceden las cosas interesantes, perdemos el tren de lo que habíamos asumido que era la verdadera vida. Desaparecen el mundo social, el tiempo, las conversaciones entre adultos, el dinero, la autonomía, la libertad, en fin, desaparecemos como individuos valorados por los demás».
— «Damos por hecho que la maternidad no podría ser más compleja que cualquier desafío que ya hayamos asumido. Sin embargo, al final comprobamos que se trata de otro nivel de complejidad».