familia monoparental, diversidad familiar y adopción

Historia de una acogida

«Todas las familias felices se parecen entre sí; las infelices son desgraciadas en su propia manera». Con esta frase empieza una de las novelas más importantes de la literatura rusa, Anna Karenina. Sin embargo, yo no estoy de acuerdo con Leon Tolstoi: creo que hay familias felices que no se parecen de nada a otras.

Es el caso de la familia de J., que su madre compartió recientemente en un grupo de acogida y que me ha permitido publicar aquí:

Mi historia empieza mucho antes de formalizar nuestra primera acogida.
 Cuando contaba con apenas 23 años, entré a trabajar en un centro de menores.Entré entusiasta y feliz de trabajar con niños, mi gran pasión…

Un año más tarde, llegó J. Su historia era dificil de digerir, violencia familiar, consumo de sustancias, violencia de género y su padre miembro de una banda latina, extendida y en activo. Durante los siguientes 3 años fui referente pedagógico de J. Le ayudaba a hacer deberes y reforzaba mediante trabajo diario sus procesos de aprendizaje…

Durante 3 años vi como J se convertia en un niño introvertido, ofuscado, enfadado, agresivo, que rechazaba el contacto fisico, los gestos de cariño, algunos tan simples como «dar la mano»… Vi cómo padecia las ausencias de sus padres en visitas, cómo padecia cuando iba de camino sin saber qué pasaría o como se frustraba cuando volvía al centro, sin tener nada que contar a los demás sobre su encuentro familiar. Sin el regalo «símbolo» del amor fraternal…

Vi como se aislaba del resto del grupo o incluso cómo dejaba de comer cuando ya llevaba demasiado tiempo esperando, demasiados años presenciando la marcha de aquellos «afortunados» que encontraban una familia de acogida o retornaban a su familia. Le escuché preguntar ¿por qué no tengo familia? y ¿cuándo me tocará a mi?…

Le escuché llorar cuando incapaz de realizar una suma o una resta, o escribir su simple nombre, lograba explicarme que estaba triste porque sus padres habian fallado en la última visita… Vi cómo se aferraba a su familia, porque en su vida no habia más nada… Vi como poco a poco J iba viviendo cada vez menos para tres años más tarde dedicarse a SOBREVIVIR…

Por vueltas de la vida, ya habiamos decidido postularnos como Familia Acogedora y habiamos obtenido la idoneidad, cuando llegó a nuestros oidos que J tenía un mes para encontrar familia de acogida o volvería con su familia paterna.Tiraban la toalla desde la Administración y estaban dispuestos a dar por perdido al niño. Tras 4 años y dos meses tutelado, volvería de donde lo habian sacado… Fue ahí cuando pensamos junto a mi marido que no podíamos dejar que ocurriera… Y ahí nos encontramos, un día de verano, solicitando acogerle… Tras tres larguísimos meses, J llegó, y 8 meses después está aprendiendo a sonreir, a dar besos, abrazos, mimos, está aprendiendo a aprender, a socializar, a hablar, explicar, pedir, ofrecer, esta aprendiendo a VIVIR…

Comentarios en: "Historia de una acogida" (24)

  1. qué linda historia, todos necesitamos una familia en la que confiar y que nos abrace y nos quiera pese a todo con todo y por todo… mis hijos me dicen ‘y si me porto mal ya no me querrás?’ pero saben que sí, que les querré sí o sí y hagan lo que hagan, y a pesar de castigos o enfados… pero ellos tienen esa garantía y el que no ha nacido con eso ‘puesto’ no sabe lo que es, es una gran putada que no lo podamos tener todos por igual… yo como adoptada sí tengo cierto miedo a los abandonos, pero dado que fui adoptada recién nacida creo que lo he interiorizado al obtener esa info sobre mi adopción pero nunca nunca dudé del amor de mi madre adoptiva, la única para mí. Te da tanta seguridad personal poder confiar en alguien sin peros…

  2. Qué bonita historia.

    • Sí… me pareció preciosa. Por esto le pedí a la madre de J. que me dejara compartirla,… me parece que puede servir para conjurar muchos miedos: a los niños mayores, frágiles, «dañados», en acogida…

  3. Hermosa historia, y debo de estar muy sensible con el tema porque se me han saltado las lágrimas ¡Cuanto me alegro por este chavalito! Y cuanta rabia e indignación por lo mal que hacen su trabajo muchos de los responsables de Menores en las distintas CCAA ¿Hay que esperar tanto tiempo para darse cuenta cuando una reinserción a la familia de origen no es posible? ¿Seguro que no había opciones para un acogimiento familiar, temporal o permanente, para un nene tan pequeño? Y al final, ese ultimatun de un mes para encontrarle familia o devolverlo a una familia de origen que no ha mejorado la situación por la que declararon al niño en desamparo ¿Por qué? ¿Por qué esas prisas, ese tomar decisiones, como decía mi abuela, tarde, mal y nunca? En fin, hartita de la invisibilidad en la que viven muchos de nuestros menores, en teoría «protegidos» por un sistema que actúa la mayor parte de las veces con negligencia, cuando no mal, y siempre con impunidad. Algún día nos tendremos que tomar muy, pero que en serio, no solo los malos tratos de las familias de origen que hacen que los menores sean declarados en desamparo, sino también, el maltrato institucional y sus responsables.

    • Sí a todo… ¿cómo puedes devolver el niño a una familia de la que has considerado que debías sacarlo, sin que nada cambie, solo porque no encuentras el recurso de acogida en familia? Es tremendo.

  4. Es una historia preciosa, la leí el otro día en la página de familias de acogida. Me viene perfecto porque justo estamos trabajando en México la introducción de la figura de la familia de acogida que hasta ahora no existía. Junto con un grupo de padres adoptivos estamos muy cercanos con las instituciones gubernamentales y de la sociedad civil que participan, incluso con UNICEF, para participar tanto en la capacitación de calidad a las familias acogedoras, como en la constitución de un observatorio ciudadano que vigile que la normatividad cumpla con los estándares internacionales y que se cumpla debidamente. Hay mucho desconocimiento sobre estos temas, hace un rato estuve hablando con la diputada que preside la comision de la infancia en la cámara de diputados y no sabía la diferencia entre adopción y acogimiento… sin palabras!!

  5. Es una historia con final feliz para J y me alegro. Yo estoy en desacuerdo con como se maneja el tema del acogimiento, al menos en mi CCAA. No comprendo que un niño puede estar con su familia de origen de lunes a viernes y el fin de semana en acogida (es el caso de unos amigos). Si no eres apto por los motivos que sean, no lo eres durante un período de tiempo, no hoy sí mañana no. Esta forma de actuar simplemente les crea más conflictos y confusión a los niños (distinta forma de educar, reglas, valores hasta dieta) No comprendo que un niño se marchite en un centro mientras su familia lo visita una o dos veces al año. Creo que se debe hacer lo posible porque el niño esté con su familia, pero si no es posible no lo es y punto. Dejar pasar los años a ver si por casualidad, cae la breva y las cosas cambian sólo perjudica a los niños.

    • Yo tampoco lo acabo de entender, la verdad. No lo sé, es posible que algunas familias necesiten ayuda puntual (pueden ocuparse de sus niños y lo hacen bien pero trabajan en horarios complicados y no tienen familia extensa ni posibilidad de pagar ayuda), pero la figura en este caso debería ser otra, ¿no?

      Yo no tengo clara cuál es la solución, sé que los dos extremos (retirar a los niños sin dar opción a las familias biológicas o mantenerlos en centros in aeternum) son igualmente malas, pero, ¿no hay opciones intermedias? ¿No lo son las familias de acogida? ¿No lo sería, en algunos casos, la adopción abierta?

  6. Una historia preciosa. Desgraciadamente yo conozco una historia que empezó tan preciosa como esta (si preciosa puede ser una historia de un/a menor que por los motivos que sean no puede vivir con su familia biológica) que evolucionó a muy poco satisfactoria para la personita en acogida a causa de la poca previsión institucional, de las limitaciones legales para la familia de acogida… Siento dar la nota negativa. De todas maneras bueno es que el presente de ese menor sea tan positivo. Me alegro mucho por él. Y le deseo lo mejor!!!

  7. mi hijo se pasó desde los 10 meses hasta los 42 meses en un centro (casa-cuna, orfanato, … como se quiera llamar). en España.
    Desde el primer día se sabía que no iba a poder volver con su psdres…
    ¿Cómo se puede tener a un niño 32 meses institucionalizado?

    Alguna vez me planteé iniciar un proceso de resposabilidad civil contra la administración por lo mal que lo han hecho, por las secuelas y consecuencias que ese internamiento van a tener en mi hijo. Porque los retrasos o dificultades que pueda tener ahora son fruto de sus 10 primeros meses de vida, pero también de los 32 meses siguientes…
    ¿No es la administración responsable?

    • Es totalmente absurdo, sin duda. Incluso más, como tú dices: criminal.
      Yo conozco un caso parecido, de un niño que, siendo adoptable, estuvo 15 meses en un centro de acogida… porque hubo un cambio en el Gobierno autonómico y por tanto, en los responsables del departamento de Acogidas y Adopciones. Definitavamente, no tiene nombre.

  8. Hola Luz, yo creo que si, que la Administración es en muchos casos la responsable última, ya que es la que ejerce la patria potestad mientras lxs menores están declaradxs en desamparo. Pero nadie controla a quién se supone que tenía que controlar y velar por el bien de estxs menores. Lxs responsables políticos la mayor parte de las veces ni se enteran, y las familias biológicas, en general familias bastante desestructuradas, no están en condiciones de denunciar a las administraciones por la vulneración de derechos hacia sus peques, bastante jodida y precaria es su vida en muchos sentidos., como para pensar en lo que es o no justo. Lxs menores, no cuentan, son invisibles, no tienen ni voz ni voto, y a veces quienes nos enteramos un poco del asunto somos las familias acogedoras o adoptivas, las que llegamos a tener una mínima información de como funcionan las cosas, porque muchas, sobre todo adoptivas de AN, tienen menos información sobre la historia de sus hijas que algunas familias adoptantes en Etiopía, por poner un ejemplo ¿Se puede hacer algo? Pues yo sinceramente creo que si, es algo que llevo rumiando desde hace varios años y no descarto poner en marcha, dentro de mis posibilidades, en un plazo medio. Es un tema que me inquieta profundamente, el otro día, en un Congreso sobre el Sistema de Protección de Menores, en Santiago, aproveché para hacerle directamente está pregunta a Jesús Palacios, si podríamos denunciar a la Administración por malos tratos institucionales, por negligencia y/o la vulneración del derecho de lxs menores de crecer en familia. Su respuesta fue esperanzadora, él lo había hecho hace poco más de un año y el resultado, no tanto por la diligencia de la Fiscalía, sino por el miedo que produjo en la Administración, dio sus frutos para resolver un caso concreto.
    Yo creo que deberíamos de sacudirnos el miedo o la pereza y ponernos manos a la obra, estamos hablando de un colectivo tan, tan vulnerable e indefenso, que o le ponemos voz las personas/familias/profesionales que podemos, o todo seguirá igual, y el mal trato y la vulneración de derechos seguirán ocurriendo con total impunidad.

  9. Preciosa historia, seguro que J mejora cada día. Yo también alucino con como se gestionan las adopciones/acogidas en este país.

    No se protege al menor ni a los adultos. Las familias de acogida deberían estar más protegidas, permitir y fomentar el contacto con esos niños después del acogimiento, si unos abuelos o tíos cuidan de un menor familiar una temporada por incapacidad de los padres, luego nadie cuestiona que sean muy importantes para esos niños, porque las familias de acogida no? Porque asumimos que deben desprenderse del todo de esos niños?
    Debería trabajarse para que el menor mantenga contacto si es posible con su familia biológica durante la acogida y al revés una vez se incorpore a su primera familia.

    Conozco un caso horrible de la mala gestión de la que hablo. Una pareja gay acogió 2 hermanos cuya madre era drogadicta, tenían 5 y 7 años. Pasados 3 años la madre tuvo otro bebe y dijo que se lo ofrecieran a la familia de sus hijos y ellos aceptaron al nuevo retoño pero un trabajador social dijo que eran muchos para una pareja y que los 3 hermanos debían volver al centro y buscar otra familia más capacitada (y no de dos hombres que el bebe era niña y necesitaba una madre, indignante). Finalmente tuvieron que recurrir a los tribunales y no les quitaron los peques, su madre los cedió en adopcion cuando la peque tenía 3 años, pero mantienen contacto de vez en cuando y va a visitar a sus hijos, eso si, sin que lo sepa el trabajador social que prohibió este contacto expresamente.

    • Totalmente de acuerdo: siempre he dicho que lo adecuado sería que las familias de acogida fuera tratadas y consideradas como familia extensa de los niños, tanto si vuelven a su familia de origen como si son adoptados.

      El caso que cuentas es indignante de todas todas. Para hermanos de 5 y 7 años, que probablemente son «difíciles de colocar», sí vale la pareja gay… Para una niña bebé que todo el mundo quiere acoger, entonces no… muy fuerte. Y plantearse sacarlos de la familia en la que viven para «dárselos» a otra… como si fueran objetos, mercancía, en vez de personas… sin palabras me dejas.

      • Lamentablemente en este país y en muchos otros existen familias «de 1ª» (hombre más mujer y casados) y familias de «2ª» (dos varones, dos mujeres, mujer u hombre solo etc…)

      • Efectivamente, es así. Aunque no tenemos que perder de vista lo mucho que hemos avanzado en este sentido: hace pocas décadas ninguna de estas familias habría existido a la luz pública… yo siempre digo que hemos nacido en el mejor tiempo y lugar posible para tener la familia que tenemos….

  10. No tiene relación con esta entrada, pero me gustaría saber vuestra opinión sobre el documental SELEME SELEME.

  11. Interesada en la acogida dijo:

    Acaba de salir publicado un libro de la editorial Carena sobre un acogimiento. Se puede solicitar a la editorial y te lo mandan gratis. Se titula «Pongamos que son Pablo y Alberto». Es muy interesante…

  12. Madre de dijo:

    Uf, muy parecida a mi historia con mis dos hijos… ese es el sentimiento como de tener que volver a enseñarles a reír, a soñar, a confiar, a amar,

    Por eso, es importante una política clara de infancia a nivel mundial.

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