familia monoparental, diversidad familiar y adopción

¿Escoger o integrar?

Me desayuno con una noticia con tintes trágicos en el titular: Angelina Jolie podría perder a uno de sus hijos adoptivos. Al parecer, la madre biológica del niño adoptado en Vietnam, que (dicen en la noticia) lo abandonó a los dos días de nacer, «quiere volver a ver al niño, motivo por el cual Angelina Jolie está destrozada y teme que el menor la abandone».

Partiendo de que no sabemos cuánta de esta información es verídica y ni siquiera veraz (Vietnam, junto a Etiopía y Guatemala, es uno de los países donde más irregularidades y corrupción se han registrado en casos de adopción; y la familia Jolie-Pitt debe ser uno de los grupos humanos que más noticias inveraces genera), esta noticia me plantea varias preguntas.

La primera es hasta qué punto un niño de 8 años puede tomar la decisión de escoger una de sus dos familias, la adoptiva y la biológica. Si no dejamos a un niño que escoja dónde quiere vivir, a qué colegio quiere ir, dónde va a pasar las vacaciones, si quiere o no estudiar inglés… ¿por qué tendría la potestad de escoger entre sus dos familias? Yendo más allá, ¿debe tener un niño de esta edad la responsabilidad de tomar una decisión de este calibre? Que peso tan tremendo, ¿no?, dejar algo así sobre sus hombros?

Y la segunda es por qué tendría que escoger entre sus dos familias. Por qué estar con una de ellas deja fuera del cuadro absolutamente a la otra. Por qué no puede integrar ambas realidades, dos componentes de su historia y de su vida. Por qué no puede tenerlo todo.

¿Por qué a tantos padres adoptivos les aterra que su hijo recupere – o no haya perdido – el contacto, el vínculo, con su primera familia? ¿Será que se sienten en falta? ¿Que, de alguna manera, se consideran padres de segunda?

P.D. Curiosamente, las personas que intentamos que ambas ramas familiares estén integradas y presentes en la vida de nuestros hijos, lo hacemos a menudo en contra de la opinión de los que se autoerigen como «profesionales especializados en la adopción»… que parecen compartir y avalar muchos de los miedos de algunas familias adoptivas.

Comentarios en: "¿Escoger o integrar?" (21)

  1. Se supone que un niño debe querer a sus dos pares de abuelos… Si sus padres se divorcian (o incluso si están juntos) deben querer por igual a papá y a mamá, e incluso si no quiere a uno de ellos se dice incluso que sufre de «síndrome de alienación parental» (¡¡toma nombre!!)… 
    Pero si ese niño tiene dos familias por adopción, ¿ha de renunciar por ello a cualquiera? Este tipo de historias siempre me dice mucho más del miedo de los adoptivos a no ser «suficiente» o lo bastante buenos más que a la realidad de esos niños, que son mucho más capaces de integrar sus dos realidades de lo que muchos se empeñan en creer.

    Y, como bien dices, a saber qué tiene de verdad o mentira esa noticia… Pero sí, ¡qué empeño en que los niños deben renunciar a una familia a favor de la otra…!

    • Una de las cosas que me planteé al adoptar a mi segundo hijo era: si yo les digo a ellos que puedo querer a dos niños igual, que mi amor por el primero no disminuye ni un ápice con la llegada del segundo… ¿cómo podría plantearles que ellos tienen que escoger entre sus dos familias, que no es posible querernos a las dos por igual (o distinto, o como les apetezca)?

  2. En principio, todos (o casi todos) pensamos que lo ideal es la adopción simple. Que los padres bios tengan acceso (e información) sobre la vida de sus hijos. Que los padres adop puedan comunicarse con los bios para que al final el hijo puede tener acceso a su origen. Pero eso genera situaciones que dan mucho que pensar: ¿debe seguir la adopción en el mundo? ¿es necesaria? ¿para que? ¿para quien?
    Estas son preguntas que se nos olvidan a los adoptantes muy rápidamente, que no tenemos en cuenta cuando empezamos pero que luego nos planteamos reiteradamente. Pero que, en muchos casos no nos volvemos a plantear pasados unos años. Antes del proceso tenemos una opinión. Después del proceso ya no tenemos las respuestas tan claras y en otros casos se nos olvida hasta preguntárnoslo.
    Todo esto lo digo porque de una «noticia tonta» ya que la decisión no es de la madre bio en este momento, los adoptantes podemos llegar a plantearnos temas trascendentes sobre adopción. Si la madre bio no hubiera sabido quien son los adop nunca hubiera salido en la prensa. Si sale en la prensa diciendo algo que diría cualquiera, no solo ella, es porque le pagan (vamos, digo yo). Y si es noticia es por los padres adop. Al final el problema se genera por la «adopción simple».
    Si la adopción hubiera sido en china eso no hubiera pasado. Allí todo es más claro. O no? la panacea de la adopción acaba enseñando de vez en cuando «su mierda» y cada vez que salpica deja asustado a todo el que se entera ¿que será lo que no salga? pero ¿y quien se entera cuando es todo tan oscuro y cerrado?
    A final tendemos a cargarnos la adopción en los paises donde hay más claridad y aceptamos sin reservas donde la hay en menor medida pero que es fácil de demostrar que «la cosa» no es limpia del todo.
    Por eso me hago, y creo que no soy el único, las preguntas del primer párrafo. Preguntas que por supuesto, son para mí … y por si alguien más quiere hacérselas.
    juanjo

    • Juanjo, no sé si termino de entender todo lo que dices (igual soy yo que estoy espesa).

      De entrada, yo no creo que la mayoría de padres adoptivos sean partidarios de la adopción simple… creo que muchos quieren la máxima distancia entre ellos y las familias biológicas. Yo he conocido a mucha gente que ha descartado la opción de la adopción nacional en aras precisamente de esa distancia, y gente que ha escogido China precisamente por la opacidad, las dificultades de saber, y gente que ha tenido opción de tener información sobre las familias biológicas de sus hijos y se ha negado (como si fuera un derecho de ellos, no de sus hijos). En este mismo blog, una lectora contó que buscando a la familia biológica de su hija en Etiopía, encontró a varias familias biológicas de niños adoptados por españoles que le dieron información, fotos, un contacto… de las familias que logró contactar, hubo algunas que no sólo no quisieron saber sino que le pidieron que «rompiera toda la información».

      Cuando dices que tendemos a cargarnos la adopción en países donde hay más claridad… supongo que no te refieres a Vietnam, ¿no?, las propias autoridades vietnamistas se han confesado incompetentes para saber si los papeles que determinan la identidad y filiación de los niños que dan en adopción son auténticos. Una de las cosas que me planteé al leer esta noticia es cómo puede la madre biológica en un país como Vietnam (y si, como dicen, dio a su hijo en adopción al nacer) saber que un niño en concreto es su hijo.

      Tampoco creo que, a la luz de lo que están descubriendo los padres adoptantes en China que han decidido buscar, la adopción en ese país sea más clara. Al contrario, pienso que es muy, muy opaca…

      En cuánto a la pregunta que te haces, sobre si debería seguir existiendo la adopción en el mundo, yo me haría otra pregunta más acotada: ¿Puede seguir existiendo la adopción, tal y como la conocemos? Y creo que no, que tiene, tendría, que cambiar mucho.

      De entrada, deberíamos buscar padres para niños que los necesitan, y no a la inversa, que es lo que se está haciendo.

  3. Buenísimo artículo y buenísimas reflexiones.

    Cierto es que hay miles de adopciones irregulares dentro y fuera de España, de niños ahora adultos que fueron adoptados por familias españolas unos por las vías reglamentarias que son adopciones legales y otros por otras vías oscuras, de recomendaciones a través de terceros y en grupos secretos que eran nombrados soto voce pero muy solicitados cuando las vías legales imponían por imperativo de los estudios familiares y por la carencia de bebés una demora de muchos años de espera, los padres adoptivos siempre buscando específicamente un tipo determinado de niño, bebés recién nacidos o como mucho de menos de un mes.

    Siempre se cultivó hasta el paroxismo la idea ancestral que la madre biológica de un niño adoptado debía de ser una mala mujer sin sentimientos maternales y que abandonaba a ese bebé porque no lo quería, que ellos de manera caritativa acogían para darle lo mejor y porque deseaban tener un hijo que la naturaleza no hizo posible, siempre se negó hablar del tema, se negó su biología e incluso se inculcó de muchas maneras la cultura del abandono.

    Sin embargo años después cuando se ha podido investigar e incluso hablar un poco sobre ello aunque sea por encima (realmente nunca se ha profundizado de verdad en las adopciones españolas), se ha descubierto la cantidad de irregularidades cometidas e incluso muchos robos de bebés ya probados, aunque solo se ha visto la punta de iceberg porque los impedimentos sociales todavía a día de hoy, los impedimentos estatales, jurídicos y sobre todo los impedimentos de las propias familias adoptivas imposibilitan saber la realidad pura y dura, ya que se intenta por todos lados impedir que esa realidad aflore.

    Comparto plenamente esto que dices «¿Por qué estar con una de ellas deja fuera del cuadro absolutamente a la otra. Por qué no puede integrar ambas realidades, dos componentes de su historia y de su vida. Por qué no puede tenerlo todo?» lo comparto porque creo que es el derecho natural de todo ser humano, completar su vida, porque habitualmente está cercenada y coartada desde su nacimiento, a veces incluso antes y durante su crecimiento y educación posterior, en la educación familiar y social no ha cabido y todavía no cabe que un adoptado decida integrar en su vida las dos familias que les corresponden, una por nacimiento y otra por crianza, al margen de consideraciones posteriores, a veces pienso que es como un sentido de posesión de otro ser humano que induce a elegir sobre todo la «fidelidad» a la familia adoptiva, no he comprendido nunca como es posible hacer daño a la familia adoptiva al buscar los orígenes e incluso a relacionarse con su biología, si quieres a tu hijo, su bienestar es lo primero al margen del bienestar e inseguridades de los propios padres y la mayor demostración de amor es ayudarlos en su empeño.

    Comparto plenamente esto que dices «¿Por qué a tantos padres adoptivos les aterra que su hijo recupere – o no haya perdido – el contacto, el vínculo, con su primera familia? ¿Será que se sienten en falta? ¿Que, de alguna manera, se consideran padres de segunda?» después de muchos años de investigación del tema y de conocer tanto a las familias biológicas como a las adoptivas, de hablar con los adoptados largo y tendido sobre el tema una vez que han trabajado su dicotomia, las conclusiones que saco es que por un lado está la legitima reclamación de la madre biológica en tanto en cuanto tiene una historia personal concreta con su hijo, que si es vista y analizada es seguro que muchos niños hubiesen tenido que retornar con ella, también otros que no y se hubieran tenido que quedar con su nueva familia, por otro lado está la familia adoptiva que precisamente viven aterrados de que su hijo recupere el contacto con su familia biológica, sobre todo en la primera etapa de su vida hasta la mayoría de edad, porque casi todos ellos saben perfectamente como adoptaron, a través de quién (al margen de que los papeles estén «legalizados»), y como se hizo, a pesar de la tan alegada ignorancia y olvido que tanto se oye últimamente, admitir que primero pensaron en ellos mismos antes que en la otra madre e incluso en ese hijo no es fácil, precisamente porque les sería muy difícil explicarle a esos hijos la verdad, mirarles a los ojos y seguir la vida como si nada hubiera pasado, porque se juegan el respeto y cariño de sus hijos adoptivos, se exponen a la crítica e incluso temen que los abandonen al saber la verdad, todo ello los lleva a considerarse padres de segunda, esto pasa incluso hoy día con parejas que tienen hijos adoptados en países en donde hay corrupción, secuestros de niños, etc….. porque no están seguros de que realmente sus hijos hayan sido «abandonados», pero como usan a organizaciones que se dedican a las adopciones en otros países e incluso en las regladas en este……. creo que deberían haber insistido en exigir que no solo se les diera ese niño, sino también su biografía, en caso que tuviera o buscarla por todos los medios precisamente para evitar cosas que han pasado después, que madres desesperadas crucen el océano buscando a sus hijos, que menuda papeleta debe ser que de repente aparezca la verdadera madre cuente que pasó y que ese niño ya tenga cuatro, ocho o quince años, porque como sabemos, desarraigar es fácil, buscar y encontrar muy difícil y largo en el tiempo.

    Comparto también esto que dices «Curiosamente, las personas que intentamos que ambas ramas familiares estén integradas y presentes en la vida de nuestros hijos, lo hacemos a menudo en contra de la opinión de los que se autoerigen como “profesionales especializados en la adopción”… que parecen compartir y avalar muchos de los miedos de algunas familias adoptivas.» Si, la razón de ello es precisamente el origen de estas personas, formadas en una ideología y educación moral, social y familiar que da sus frutos en la continuidad de las formas y pensamientos adquiridos, que no se van de la noche a la mañana ni por el «modernismo» ni por los planteamientos jurídicos que no han tenido mas remedio que cambiar muchas cosas, también muchas de esas personas fueron en su momento adoptados que por lazos del destino terminaron dedicándose a intermediar o proporcionar los medios para las adopciones, ya venían de una escuela creada y ya que los estereotipos son tan difíciles de desechar, lo único que queda a los padres adoptivos es el sentido común, el análisis de sus miedos y complejos y sobre todo la sinceridad, y afrontar no solo sus propias realidades sino también las de sus hijos, aunque para ello tengan que desoír las recomendaciones en contra de que la familia sea amplia y acoja a todos sus miembros ya sean adoptivos o biológicos, es un beneficio a la larga para padres e hijos y para afianzar la relación del triunvirato en favor de ese hijo querido por dos madres al unísono y en planos distintos.

    Siento la extensión, quedan muchas cosas en el tintero, pero necesitaba dar mi opinión como madre biológica, espero que esto que escribo se pueda publicar, no tengo otro ánimo que pretender que las cosas cambien para que muchas madres forzadas puedan recuperar un poco de dignidad, afecto y sobre todo consideración hacia sus personas e historias, además de acercarse un poco a esos hijos que constantemente están puestos en el filo de la navaja intentando por un lado ser leales a sus padres adoptivos y no hacerles daño según la educación adquirida y por otro deseando conocer su biología y acercarse a esa madre que se supone lo abandonó y conocer de primera mano que pasó, con el miedo de los adoptados a dar el paso abiertamente, precisamente por el bagaje de sus vidas y las de crianza, de sentirse culpables de deslealtad y estar constantemente sintiéndose a su vez culpables por buscar.

    Gracias y saludos

    • Gotasdelluvia, gracias por tu aportación. El punto de vista de las madres biológicas es el más desconocido, el más silenciado, en la historia de la adopción; siempre están en desventaja, siempre son las últimas a ser consideradas. Una de las cosas qeu me ha llamado la atención de esta noticia (sea cierta o no) es que me ha dado la sensación de que, en contra de lo que sucede en la mayor parte de los casos, se asumía que el mango de la sartén (decidir si reunirse con su hijo, etc) lo tenía la madre biológica.

      Yo creo que muchas familias adoptivas tienen mala consciencia no porque sepan, o siquiera sospechen, que su adopción ha sido irregular, sino por algo más básico: la creencia, tan extendida en nuestra sociedad, de que lo que importa es la sangre (o sea, los genes). Yo no me siento amenazada por la existencia o la presencia de las madres biológicas de mis hijos, porque sé que no sólo los genes te hacen madre: ellas son sus madres por genética (y no sólo por genética: por el embarazo, el parto, el tiempo compartido), pero yo también soy su madre por crianza, y no me siento en desventaja, o menos madre, o madre de segunda (aunque haya sido su «segunda madre»).

  4. Gracias madredemarte, yo personalmente y muchas otras madres biológicas no consideramos que las madres sean de primera o segunda, solo son para nosotras las madres adoptivas que han criado a nuestros hijos y con muchísima pena nos tenemos que mantener al margen y aisladas de los hijos aunque los hayamos encontrado porque en muchos casos ni siquiera son capaces de decirle a sus padres adoptivos que estamos, así que primero fuimos negadas, después secretas y ahora seguimos en el limbo, muchas entre las que me incluyo dejamos en paz a nuestros hijos y nos mantenemos alejadas y solo tenemos el contacto que ellos quieren en el momento que quieren para no dañarlos y sobre todo para no plantearles situaciones incomodas para ellos y que además no den al traste con la reiniciada «relación» porque es espaciada y oculta, oculta precisamente por el temor que tienen los adoptados de «hacer daño» o «ser desleales» a sus padres adoptivos

    Jamás hemos tenido el mango de la sartén, esto te lo aseguro y de primera mano, hemos buscado desesperadamente, cuando hemos encontrado ha sido un calvario porque había que sopesar muy cuidadosamente que hacer, como hacerlo, y sobre todo encontrar la manera de no violentar a esos hijos que si que habíamos querido y deseado, también nos hemos tenido que poner en la piel de los padres adoptivos, calcular milimetricamente el acercamiento y dosificarlo en toda su extensión para que el hijo no se espantara o asustara, hemos tenido que dejar que una vez se enteran de la primera noticia, «te buscaban, tu madre te encontró y espera saber si quieres conocerla» hay que darles el tiempo necesario para que ellos asimilen la noticia, la digieran y meses después es cuando se atreven al encuentro, con mas miedo y desconfianza que otra cosa, casi casi como si fueras una intrusa que quiere destruir su vida, porque eso es lo que desprenden la mayoría de los casos cuando no han buscado y son encontrados, o bien si solo buscaban por curiosidad, el encuentro es algo así como una batalla psicológica en donde todo el tiempo están a la defensiva, te miden continuamente con la mirada, te cuestionan, preguntan, niegan cualquier atisbo de otra cosa que no sea el abandono y siempre, siempre dejan clarísimo que sus padres son los adoptivos, tu eres la progenitora que encima los abandonó, en muchos casos en esa primera entrevista si no ha habido un mediador que trabaje los sentimientos y los conceptos aprendidos, es la primera y última, en otros casos, si que quieren conocer al resto de la familia, siempre dejando claro que encima te hacen un favor y que tienes que ganarte su «confianza» por llamarlo de alguna manera, pero pidiendo pruebas contínuas de que lo que tu explicas y le cuentas es verdad, si no puedes aportarles esas pruebas físicamente, porque muchas madres biológicas no las tienen, siempre pesará mas que mienten a que dicen la verdad, las madres biológicas que si pueden aportar pruebas físicas de que dicen la verdad no son mejor tratadas y los hijos dejan claro que lo mas que les interesa es saber y conocer a sus hermanos, no a ellas…….., es algo muy doloroso que ha terminado con muchas madres biológicas en unas depresiones tan profundas que incluso prefieren morir para dejar de sufrir, porque precisamente por lo que los quieren no pueden meterlos en ningún brete ni forzar nada que los hijos no quieran para no perder el pequeño hilo que los puede mantener en contacto, otras están tan deprimidas que esperan una temporada mientras se tratan y esa relación se corta un tiempo porque hay muchas cosas que no les pueden decir, sobre todo en sentimientos, tampoco hablar de su adopción, los adoptados en su mayoría se niegan a entender y querer hablar sobre cosas íntimas con sus madres biológicas, por lo tanto si quieres a tu hijo tienes que hacerte un nudo y tragar todo lo que se pueda hasta que en un momento determinado se quiebra y cae, porque los hijos son los que marcan habitualmente el ritmo de contacto, las conversaciones y los temas que se puedan tocar, a las madres biológicas solo les queda decir si bwana, pero esto dilatado en el tiempo hace un daño terrible del que muy poca gente se recupera, también hay una pequeñísima parte que acepta e integra a esa madre biológica que lo encontró, pero en mas de treinta años solo he conocido a dos que hayan usado este último camino, claro está que estoy hablando de madres robadas.

    Después están la otra parte, las que cedieron sus hijos a otras familias para que los adoptaron por diversos motivos, en este apartado también he conocido a muchas, la mayoría quiere conocerlos y explicarles sus motivos, otras no, en estos casos cuando se reunen parece que hay como un alivio, realmente hasta el encuentro y conversación es como mas distendida, menos agresiva emocionalmente (por lo que me han contado), y el alivio que siente el adoptado es algo así como que sus padres adoptivos tenían razón y no hay razón para sentirse desleales, a veces sigue una semi relación esporádica en el tiempo si quieren los dos o bien nada.

    Hay muchísima diferencia entre un adoptado de grado y un adoptado forzado, muchísima diferencia en el encuentro, conversaciones, posible relación, aceptación de la realidad, etc……… mucha diferencia por desgracia.

    Pero ten presente que jamas se pretende quitar a ese hijo del arraigo creado y de su vida, solo se pretende compartir un poco, porque sabemos que no nos quieren, sabemos que es muy difícil que lleguen a tener algún sentimiento por nosotras y que la vida y la sociedad también contribuye a que sea así, el grado de apertura en los sentimientos y los conceptos de un adoptado así como en sus lealtades está en función del grado de apertura de su familia adoptiva y según el grado de coacción implícita y subliminal que se haya inculcado en la familia, también cuenta el resto de familia que rodea a un adoptado, primos, tíos, etc…… en donde las opiniones personales de cada uno de ellos, las conversaciones que escuchan desde pequeños, hacen que el adoptado tenga un concepto de como son o deberían ser las cosas, porque no solo influye el padre o madre adoptivo, nunca se piensa en el resto de la familia extensa y es algo que hay que tener en cuenta en la educación y en la vida en general de los adoptados.

    Mientras nosotras estamos a la expectativa de los cambios, deseos de nuestros hijos y en función de ellos para no entorpecer su vida y no desestabilizarla mas de lo estrictamente imprescindible, aguantando como podemos, unas en quinto plano y otras invisibles, pero deseando desesperadamente un abrazo, un beso, confidencias y oir la palabra mamá que nunca dirán.

    Saludos

    • Gracias otra vez por aportar ese punto de vista tan necesario (y que tantas veces no queremos escuchar).
      Un abrazo.

    • Gracias por tu reflexión desde el otro lado. La verdad nunca me la había palnteado y menos como tú la cuentas. Otra vez gracias, nunca se termina de aprender.

    • Gracias por tu aportación gotasdelluvia, tu punto de vista, y de sentimientos, nos ayuda a seguir creciendo en el mundo de la adopción, de la que yo al menos partí de unas ideas preconcebidas, y que estoy cambiando y adaptandome a la realidad tan poco hablada en el mundo adoptivo, porque al final solo somos unos cuantos padres adoptivos los que estamos en estos foros compartiendo y reflexionando sobre nuestras vidas y las de nuestros hijos.

  5. Hola madre de marte, estoy de acuerdo con muchas de las cosas que dices pero creo que es muy peligroso simplificar.
    En la adopción abierta se establecen relaciones muy desiguales entre las partes que pueden (no siempre pero pueden) conllevar sufrimiento por un de las partes. Es cierto que los padres queremos a todos nuestros hijos por igual, de forma más o menos simétrica. Pero la simetría se rompe en el caso de la relación de los hijos con sus padres adoptivos y biológicos. La presencia de los padres biologicos no significa que tendrán el mismo poder de decision que nosotros, ni el mismo derecho sobre los niños. Seguiremos siendo nosotros los que decidamos en sus vidas (lugar de residencia, colegio y todas las cosas que tu planteabas). ¿Cómo reaccionaremos si a la madre biológica le parece mal algo que nosotros consideremos beneficioso para el niño? ¿O al revés? ¿Cómo reaccionaríamos si los padres biológicos quieren establecer una relación simétrica con nosotros? Y si los padres biológicos no ejercen de padres ¿pueden los hijos quererlos como padres? Creo que al final lo que se plantea en la adopción abierta es una presencia testimonial, poner cara al pasado, tener a alguien que proporcione respuestas. Pero ¿y si esa persona quiere recuperar del todo a su hijo? ¿La adopcion abierta puede ser reversible? En la adopción nacional (en la actual), los niños son separados de sus familias biológias después de agotar muchas opciones y cuando se concluye de forma firme que la familia es perjudicial para el niño y, por tanto, la adopción se considera legal y éticamente irreverisible. En la adopción internacional, son las condiciones económicas las que obligan a muchas familias a dar a sus hijos en adopción. Ahí la adopción es irreversible desde el punto de vista legal, pero ¿y éticamente?
    Es muy difícil tener certezas, al menos para mi. Es doloroso hacerse algunas preguntas y saberse egoista y beneficiado por las circustancias. Es la herida primaria de los padres adoptantes.

    • Gracias por estas reflexiones, las comparto plenamente. Efectivamente (y aún cuando del artículo que ha originado el post parezca desprenderse lo contrario), estas relaciones son absolutamente asimétricas y el poder está en el lado de las familias adoptivas, incluso en muchos casos en los que la adopción ha sido irregular o ha implicado tráfico de niños.

    • Comparto plenamente estas reflexiones.

  6. Hola, Juanjo:
    No entiendo muy bien el primer párrafo de tu comentario. ¿Quieres decir que pensar en la adopción simple significa que debe cerrarse la adopción? No entiendo la relación…
    Sí estoy contigo en que mi pensamiento antes de adoptar era uno, y ahora es mucho más abierto, complejo y consciente de que no hay respuestas fáciles, pero no puedo estar de acuerdo en que precisamente ahora dejo de acordarme. Todo lo contrario: es imposible. Es imposible porque cada día quiero más a mi hija, y precisamente porque siento un amor que a veces me deja paralizada, de cuán intenso es, siento que le debo todo, que le debo tanto un cariño incondicional como la posibilidad de que ella lo sienta, por quien quiera y como quiera, desde un espacio de libertad emocional, de sentirse plenamente libre de querer como ella decida.
    Bueno, creo que yo también me he liado un poco…
    Y estoy con Madre de Marte: el número de familias adoptivas que eligen la AI precisamente por la posibilidad de borrar cualquier rastro de la familia de origen es infinitamente superior a los que no temen conciliar dos realidades familiares.

  7. Gotasdelluvia, muchísimas gracias por tu testimonio. Lo he leído (¡no, lo he absorbido!) con mucha atención – y me ha hecho reflexionar mucho. Entre otras cosas, me he dado cuenta de que me resulta fácil ser generosa con la madre etíope de mi hija – porque, efectivamente, tengo la sartén totalmente por el mango. ¿Sería igual si su madre viviera en la misma ciudad? Sinceramente, no lo sé, no tengo ni idea.
    Y me alegra leer que piensas que el grado de «lealtad vs. deslealtad» que puede sentir el niño depende de la postura de la familia adoptiva – yo espero, sinceramente, que de las cosas dolorosas que, por ley de vida, le pasarán a mi hija, por mucho que yo no quiera, esa al menos no sea una de ellas.
    Gracias por tus palabras.

  8. Si algo aprendí a fuego siendo adolescente y menor de edad, cuando me tocó enfrentarme a la parte mas dura de la vida es que las palabras «tener la sartén por el mango» «tener el poder» «aquí mando yo» «lo tuyo es mio» » «yo decido, tu no» «son mis derechos, no los tuyos» etc……….. son sinónimos de abuso de superioridad, arbitrariedad y despotismo usados para controlar al otro, tenga 5 años, 10 o 16 años, sea una menor de edad embarazada o un niño adoptado, porque aunque estas palabras no se las expreses verbalmente al niño, se las dices de muchas maneras a lo largo de su vida con referencia a su condición y el status que tiene dentro de la familia.

    Todas estas palabras son usadas indistintamente por los que ejerciendo desde un plano de superioridad su superioridad (valga la redundancia), ante otras personas en inferioridad de condiciones, han impuesto por la fuerza, sus ideas, moral y forma de vida, los conceptos de la familia y lo que debe ser o no dentro de la misma, también han impuesto por derecho propio quien puede tener hijos y quien no, con esto me refiero a casadas si, solteras no hasta hace pocos años, ahora la temática ha cambiado y esa presión se ejerce para el aborto, es lo mismo prácticamente, cuando una persona se niega a abortar el enfoque está encaminado a que ese hijo tenga que terminar en otro hogar que no el suyo, la cuestión es no dejar que una persona sea mayor de edad o siendo menor de edad tenga ese hijo, puesto que en la mayoría de los casos no las dejan decidir por si mismas, es un bombardeo continuo enfocado únicamente a los deseos ajenos, dicho esto y como no nos referimos al aborto, solo lo he nombrado para hacer notar que las diferencias son pocas en cuanto a obligar a otra persona a hacer algo que va contra sus deseos, sobre todo en algo tan maravilloso como es la maternidad.

    Todavía hoy día se cuestiona y parece mentira, los derechos de una madre sobre otra madre….. o de una familia sobre otra, sobre, encima, sartén por el mango, el poder, la impresión que da es una guerra adornada de buenas palabras políticamente correctas porque son acompañadas de otras que aparentemente las suaviza, pero no es así, esto no es la guerra en donde tiene que haber victoriosos y vencidos, pero a veces leyendo a padres adoptivos lo parece, incluso algunas frases de ustedes mismos, además es una guerra de lo mas encarnizada precisamente porque el objetivo de la victoria es inclinar la voluntad de otro ser humano hacia donde desean que esté esa voluntad y el sentido de propiedad que habitualmente tienen los padres sobre los hijos, pero se nota muchísimo mas en los padres adoptivos, al final el que sale perdiendo siempre es el hijo, sea como sea.

    Si se consiguiera pensar que un hijo es un ser humano independiente, que tiene su propia personalidad, que según va creciendo y educando sin malearlo es capaz desde bastante pequeño tener sus propias inclinaciones, gustos, pensamientos y que es capaz de procesar toda la información que recibe a lo largo de su vida de niño, deducir y sentir, los padres se darían cuenta que están tratando con iguales, otro ser humano que por supuesto necesita precisamente por ser un bebé y después un niño, que lo quieran, eduquen y cubran todas sus necesidades, pero dejando a un lado el sentido de propiedad tal y como si fuera un mueble o un gato…….. siento poner estos ejemplos tan prosaicos pero no quiero equipararlo a la época de la compra venta de esclavos, cuando uno tiene un hijo se arriesga a que unas veces tenga mas inclinación por el padre, otras por la madre, otras veces por algún abuelo o tía que los escucha de otra manera, incluso por algún vecino, en esta vida no podemos ponerle un coto a los sentimientos y algunas decisiones internas de los hijos en el sentido de a quien entrega sus afectos, a este si, a este no, al otro tampoco, a la de allá si…….. es como si se esperase que por el mero hecho de haberlo adoptado, querido, haberle dado una familia y cubierto sus necesidades físicas y afectivas, se esté esperando la recompensa, es como si dijera yo te he dado todo eso, tengo que estar segura que me eliges a mi ¿porque?.

    Los padres que tienen hijos biológicos cuando se separan empiezan muchos con los hijos una guerra similar, pero esta es mas abierta, menos psicológica e igual de manipuladora…….. el sentido de la propiedad y que para quererme a mi no puedes querer de igual manera o parecida a nadie mas que no esté conmigo, no, tienes que elegir…..esto no es lógico, el mundo afectivo es tan amplio que caben todos, porque vamos a ver, ustedes como padres y le he quitado intencionadamente la coletilla de adoptivos, ustedes como padres dentro de sus vidas, ¿han querido mas al padre o a la madre? ¿ha tenido cabida amor hacia otros miembros de la familia? incluso, cuando con familiares que ven menos ha habido un vínculo emocional especial que ni la distancia ha conseguido apagar y cuando se vuelven a ver después de un tiempo ¿no se sienten felices y gratificados? no creo que ustedes antes de ser padres hubieran tenido que elegir como querer y a quien querer dentro del seno de sus familias o a lo mejor si, pues a sus hijos deben de darle la misma oportunidad, crecer sin sentir la presión de que los tienen que querer a toda costa y no hay cabida para otros afectos, me refiero al afecto que pueda generar el conocimiento y relación con su madre biológica.

    Mas arriba leí algo de la llamada de la sangre y aunque no viene a cuento lo digo, la llamada de la sangre o se mitifica a extremos increíbles, o se desmitifica tanto que pasa a ser algo inexistente, pues bien, los dos extremos son igual de malos, hay mucha bibliografía barata para las dos caras de la moneda, todos en nuestras vidas hemos sentido la llamada de la sangre dentro de nuestras familias mas de una vez y por circunstancias diversas, incluso con familia mas lejana, también muchas personas no han sentido esa llamada de la sangre por algún motivo que se me escapa, pero de lo que si estoy segura es que la famosa llamada existe, si no, no tendría sentido que cuando pierdes a un ser querido duela tanto, las personas no se resignen a una perdida, en estos casos de un hijo y que luchen desesperadamente por encontrarlo, habrá que retrotraerse a cuando eramos pequeños o medianos, en lo que sentían en caso que no lo hayan olvidado y como enfrentaban las situaciones de inseguridad o problemáticas con sus padres, lo peor para educar a un hijo es olvidar la propia infancia. Hay vínculos de sangre, vínculos genéticos que determinan que una persona sea como es y tenga determinadas inclinaciones heredadas, físicas y otras que son intangibles, después están los vínculos del afecto que se generan a través de la vida en común, ambos vínculos pueden convivir.

    Solo me he encontrado algunos casos que renegaran de sus padres adoptivos y encontrados los biológicos terminaran viviendo con ellos, son personas que fueron maltratadas física ó psicológicamente por sus padres adoptivos, algunos por no terminar de sentirse sus hijos, después me he encontrado bastantes hijos adoptivos que llegados a la vida adulta han hecho su vida y se han despegado de sus padres hasta el punto de verse solo una o dos veces al año si acaso, otros que a pesar de haberse independizado siguen conservando el vinculo con los padres adoptivos y siguen estando cercanos, no se en cual de las tres posiciones pueden terminar los que escriben en este blog, pero si miran al horizonte, mas lejos de lo inmediato, mas allá de sus propios egos sabrán que las competiciones para el campo de fútbol, las guerras para los políticos y los militares, sus vidas son otra cosa diferente y que lo que han hecho mal muchísimos padres adoptivos a lo mejor ustedes lo pueden hacer muchísimo mejor pensando mas en sus hijos y menos pensando en si tengo el poder y la sarten por el mango y teniendo un poco mas amplias las miras, que al final por mas que hagan o les coman el coco, si en el futuro conocen a sus biológicas porque así lo decidan que realmente se sientan libres de tomar la determinación que consideren oportuna en sus vidas y en sus afectos, no somos los dueños de nuestros hijos

    Saludos

    • Gotasdelluvia, creo que en eso estamos de acuerdo todos (al menos los que nos hemos expresado hasta ahora). Reconocer que en el caso de la adopción, la sartén por el mango está siempre en el lado de los padres adoptivos, no quiere decir que nos parezca bien… aunque nos venga bien.

      Creo que muchas cosas serían más fáciles si los padres dejaran de ver a sus hijos (adoptados, o biológicos) como seres de su propiedad. No son nuestros, son nuestra responsabilidad, y nuestra responsabilidad es acompañarles y ayudarles a crecer; pero no nos deben nada. Sólo faltaría.

      Una de las mejores frases que he leído a una madre adoptiva decía que no entendía por qué había de sentir rivalidad con la madre biológica de su hijo: que ambas estaban en el mismo bando. Y así me siento yo, jugamos en el mismo bando, que es el de nuestros hijos. Intentaremos transmitírselo lo mejor que sepamos (yo al menos).

      • Gracias Madre de Marte, por sacar a la luz este tema tan interesante. Y gracias al resto por sacar a partir de él reflexiones y sentimientos tan enriquecedores, especialmente la aportación de Gotas de Lluvia, un abrazo inmenso a todas (y a Juanjo :-))

  9. aliciagrinberg dijo:

    Por empezar no creo que el niño pueda escoger con quien vivir a la edad que tiene Pax y por mas que visite a la madre biologica es imposible que «decida» quedarse con ella.
    Si es su derecho verla, pero con ciertas condiciones o resguardos, porque en el articulo no se habla de cuan psicologicamente estable es la madre biologica y cuanto daño puede hacerle al niño.
    Mi opinion de que el niño conozca sus origenes ha ido combiando con el tiempo, y aunque sigo pensando que es su derecho tambien pienso en lo que es mejor para mis hijos, no para mi o para los padres biologicos. Me parece que niños pequeños no estan en condiciones de visitar familia biologica, que es demasiado emocionalmente para ellos, pero cuando sean mas maduros me parece bien y normal que lo hagan.
    Cuando visite Etiopia este año tuve la oportunidad de rastrear personalemente donde fue dejado uno de mis hijos, la persona que lo recogio, donde hubiera vivido si no estaria conmigo y en vez de aclararme mas las cosas, la verdad que me dejo mas confusa. Para mi, mi hijo necesita mas tiempo para procesar todo eso y toda la visita me dejo con mas preguntas que respuestas. Realmente estaria mejor en su pais, con su madre biologica? Lo devolveria yo a una situacion asi solo porque alli «pertenece»? Puede alguien crecer en semejante miseria, desarrollar todo su potencial, ser amado y amar?
    Mi impresion es que la gente que vive alli, mas bien sobrevive y esta en un estado permanente de adormecimiento mental y emocional porque es la unica manera de subsistir.
    Quiero que mis hijos vivan en ese estado casi subhumano? En este momento haria todo lo posible para que no regresen a esa situacion, no importa lo que las madres biologicas piensen o sientan. Mi trabajo como madre es proteger y guiar y me importa que mis hijos se desarrollen lo mejor posible y que luego cuando sean adultos decidan lo que quieren hacer de sus vidas.

    • Tienes razón, hay que tener en cuenta la salud mental y la estabilidad de la familia biológica… aunque me temo que esto también se debería aplicar a la familia adoptiva, que siempre se da por hecho que es capaz y competente.

      La realidad de mis hijos antes de conocerles, es bastante distinta a la que tú describes. Obviamente, si no hubiera habido carencias materiales y afectivas en su vida, no habrían terminado conmigo, pero no creo que sólo han ganado: también han perdido muchas cosas. Y conozco muchos niños llegados de Etiopía mayores que añoran ferozmente su vida anterior, su familia biológica, su realidad previa, aunque fuera materialmente miserable…

  10. Muchas veces me pregunto si estas familias «famosas» llegan a sus hijos por los mismos miedos que el resto de las familias. Si uno comete irregularidades entiendo que sufra MÁS MIEDO que el que no las comete.

    Considerar a un hijo una propiedad es el primero de los errores. Todavía hay quien se resiste a hablar a sus hijos de las madres biológicas pero yo creo que se ha avanzado bastante en este punto. Aún así… siempre queda mucho por aprender.

    Besos

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