familia monoparental, diversidad familiar y adopción

De corazones y vientres

De todos los lugares comunes que circulan respecto a la adopción, hay uno que me parece especialmente escalofriante.

Es esta frase que dice «La adopción es cuando un niño crece en el corazón de su madre en vez de en su vientre».

 Ya escribí lo que pensaba sobre esta frase en esta entrada. Hoy quiero compartir la reflexión de una adoptada adulta que me ha hecho llegar E.

 Aquí va una traducción casera:

Como adoptada, esta afirmación particular y sus variaciones demasiado familiares a menudo son como un puñal clavándose en mi propio corazón. La adopción es un montón de cosas. No es tan simple como esta frase puede hacer parecer. Y una persona adoptada puede interiorizar este sentimiento de una manera distinta a cómo lo entienden los no adoptados.

 Sí crecemos en el vientre de nuestras mamás. Hemos crecido y hemos salido de las barrigas de nuestras primeras mamás. La adopción no cambia esto. Y esta afirmación hace que parezca que nuestra mamá no pudo querernos: al parecer, ser adoptado significa que sólo nuestra madre adoptiva podría habernos hecho crecer en su corazón y recibir su amor. Nuestra otra mamá simplemente fue la proveedora de una barriga-útero.

 Esta idea no sirve para las personas adoptadas o para nuestras primeras madres. Esta idea ni siquiera define la adopción. Parece servir al propósito de validar a las madres adoptivas (…) A la sociedad en general parece que le gusta pintar las cosas de color rosa cuando hablan de adopción. Y esta preferencia hace que las realidades complejas de la adopción queden enterradas bajo sentimientos almibarados que marginan a los adoptados y a nuestras primeras mamás.

 Supongo que lo que me molesta es el uso de la expresión «en vez de». La adopción no es una cuestión de «en vez de». Nacimos y lo más probable es que fuéramos amados, exactamente igual que los no adoptados. Y entonces, por la razón que sea, nos acabó criando una familia distinta de la de nacimiento. Tenemos dos mamás, no una. Y me gustaría creer que crecimos en los corazones de ambas. No sólo en el de la que nos crió. No se trata de una mamá en vez de la otra.

 (…)

 La adopción es un montón de cosas. Pero para esta adoptada, no es cuando un niño crece en el corazón de su mamá en vez de en su vientre. La adopción es cuando un niño nace de una mujer y criado por otra. La adopción es cuando una gran cantidad de dinero cambia de manos para que un niño nacido de una mujer puede ser criado por otra mujer. La adopción es cuando se falsifica legalmente un certificado de nacimiento para que parezca que el niño nació de una mujer que no tuvo nada que ver con su creación. No trata de corazones, de vientres y de sentimientos exageradamente idealizados desde un solo lado.

Comentarios en: "De corazones y vientres" (98)

  1. ¿Sería más acertado decir «Creciste en la barriga de tu primera mamá y en el corazón de tu mamá para siempre»?

    • Para mí lo más acertado es decir que se gestó en la barriga de su primera mamá… y punto. Como dice la autora del artículo, si hablamos de corazones, yo estoy convencida de que mis hijos han «crecido» tanto o más en el corazón de sus primeras madres que en el mío. Y sus primeras madres también son sus madres para siempre, aunque no ejerzan…

      • Yo le he dicho algunas veces k ESTUVO en la tripa de su mama de allí pero k siempre ESTUVO en mi corazón. Creo k no es lo mismo estar k nacer pero igual me equivoco…

      • Lo que dice esta chica que es que TAMBIÉN estuvo en el corazón de su primera madre. Igual que en el tuyo.

      • y eso no se lo discuto en absoluto. lo añadiré a la frase porque además el caso de mi hija no fue de abandono con lo que supongo que la querían aunque las circunstancias no les fueron favorables para conservarla. a veces hablamos de ella (de su padre no hay datos) y jamás se me ha ocurrido negarle el título de madre. ella fue su madre y además para poder tenerla yo ella tuvo que perderla.

    • Yo suelo decirle a mi hija que estoy 100% segura de que su madre la ama tanto o más que yo y que desde lejos la acompaña siempre. Se lo digo porque así lo siento.

  2. Una adoptada me explicó que su madre le decía eso, que había nacido de su corazón, pero que lo hacía marcando el sitio. Y ella creció pensando que por eso su madre tenía las tetas tan grandes!

    • Esta es la otra cara de la moneda… la literalidad. A mí siempre me había molestado esta frase porque excluye a la primera madre, como si no contara, como si fuera una mera incubadora… pero no había pensado lo que dice esta chica: excluye la posibilidad de que su primera madre les quisiera igual que lo hacemos nosotras.

    • A una amiga mia con un niño adoptado le pasó algo parecido, le decia que su hijo biológico había nacido de su barriga y el en su corazón, con 3 años y medio, cuando estan empezando a cuestionarse como nacen los niños, el r que r que había salido del corazón de su madre, y ella no sabía como arreglarlo, por supuesto con el tiempo el niño lo entendió, pero hay que tener en cuenta que los niños pequeños se toman las cosas al pie de la letra

  3. Un poco fuerte ese último párrafo, es verdad que se han cometido irregularidades con algunas adopciones, pero de ahí a generalizar como una compra de niños….

    • «La adopción es cuando una gran cantidad de dinero cambia de manos para que un niño nacido de una mujer puede ser criado por otra mujer. La adopción es cuando se falsifica legalmente un certificado de nacimiento para que parezca que el niño nació de una mujer que no tuvo nada que ver con su creación». Esto no tiene porque referirse necesariamente a irregularidades; en la AI, incluso cuando la adopción cumple todos los requisitos legales, cambia mucho dinero de manos (y es uno de los factores clave para explicar el fenómeno de la AI); y en muchos casos, sin que haya ninguna irregularidad, en el certificado de nacimiento de nuestros hijos pone nuestro nombre y no el de sus padres de nacimiento. En el caso de mi hijo mayor, en el que he podido comprobar y asegurarme que no se cometieron irregularidades, estas dos cosas han sucedido. En el del pequeño, sólo la primera. En ambos casos, cuando lo registré en España pude elegir poner o no en el certificado de nacimiento mi nombre en vez del de sus padres de origen (y de hecho, puse mi nombre porque en esos momentos desconocía el de sus padres de origen).

      • Me toca especialmente la fibra lo de que se falsifica legalmente un certificado de nacimiento, quizá porque justo me pilla haciendo esos trámites. Yo en realidad lo veía como una forma de preservar su intimidad, nosotros somos legalmente sus padres y ella decidirá a quién tiene o no que contar que es adoptada y la partida de nacimiento hay que entregarla constantemente en múltiples sitios (Seguridad Social, Empadronamiento, Colegios…) Pero en cualquier caso, me parece muy interesante saber que un adoptado lo puede sentir así.

      • No tiene por qué vivirlo así, sobretodo si se le explica bien; pero creo que no está de más no perder la vista esta posibilidad.

        Yo hace 6 años que tengo conmigo a mi hijo mayor, y casi 4 al pequeño, y lo cierto es que la partida de nacimiento sólo la he necesitado para sacarles el pasaporte y el DNI (que ni siquiera son documentos obligatorios), y sí, para empadronarlos y para inscribirles en la Seguridad Social, porque no tenía aún libro de familia, pero también tuve que presentar las sentencias de adopción, así que su intimidad ya estaba al descubierto…

      • Estando de acuerdo en que lo que cuentas pasa, no creo que sea lo que define la adopción, a diferencia de la primera frase. Y lo encuentro secundario (aunque sea importante).
        De la misma forma, la frase de la foto me parece una forma muy ñoña de esconder lo que es la adopción, simplificándola hasta el extremo, y escondiendo los matices.

      • A mí el dinero que se intercambia en adopción no me parece secundario. Nos permite hablar de negocio y de desigualdades, dos factores importantes en lo que es, ahora mismo, la adopción internacional.

  4. Nunca me ha gustado esa frase del corazón. Cuando hablo con mi hija, en el momento que hablo de mi propio proceso le digo simplemente que quería ser madre.

  5. Nuestros hijos nacieron de otra barriga y aunque los queramos con el corazón, no han salido de ahí; y cualquier niño lo puede entender, adaptando las explicaciones a la edad y la etapa de cada niño.
    Pienso que no es bueno excluir a su madre biológica porque no somos quiénes para borrar una parte de su pasado, una parte de su vida que les corresponde, y que en la mayor parte de los casos fue la primera que los quiso, tanto ó más de lo que nostros los queremos ahora.
    En cuanto al último párrafo, si es verdad que es un poco durito, aunque sea lo que ocurre en realidad, no hace falta ser tan crudo. Cuando mi hija vino de Etiopía cabía la posibilidad de cambiar en su partida de nacimiento, tanto la ciudad de origen, como el nombre de los padres. Yo no cambié nada, aunque en el nombre de la madre el chico del juzgado, se la inventó porque dice que pensó que yo no sabía su nombre, asi que no viene ni el mío, ni el de su madre biológica, sino otro que se le ocurrió al joven en cuestión.
    Es más fácil decir la verdad que andarse inventando cuentos que en algun momento hay que recomponer 8 por lo menos en muchos casos)

    • Mucha gente decide cambiar el nombre de los padres biológicos, como el lugar de nacimiento, porque creen (y a lo mejor tienen razón) que así les hacen la vida más fácil a sus hijos. Yo creo que es a esto a lo que se refiere el texto, no a casos de robo o compra-venta de niños.

      • Está claro que cualquier decisión que tomamos los padres, en uno u otro sentido, es siempre pensado en hacerles la vida más fácil.
        Pero el futuro no dependerá de su partida de nacimiento, ( quiero creer), sino de muchas otras cosas en las que tenemos que ir trabajando, y tambien de factores que no podemos controlar y de tantas y tantas cosas…

      • Yo también pienso que depende de muchas otras cosas. Que hay gente que respeta muchos los orígenes de sus hijos y cambia estos datos, y gente que piensa que es suficiente con mantener estos datos para respetarlo, y tampoco es así.

        Pero leyendo a adoptados adultos (los que escriben, lo que también tiene un sesgo), me he dado cuenta de que muchos de ellos consideran una falta de respeto el cambio de datos (nombre, lugar de nacimiento, incluso apellidos) y que les molesta sobremanera la falta de acceso a su propia información de nacimiento, en la que a veces participan los padres adoptivos (por acción o por omisión).

      • Pues yo me acabo de enterar ahora mismo que podemos hacer constar los nombres de los padres biológicos en la partida de nacimiento. Nosotros no lo sabíamos, de hecho sí que consta en la partida de nacimiento de nuestra hija que nació en Wolayta, pero nadie nos dijo (o no lo entendimos) que podía también poner el nombre de sus padres biológicos. De hecho, ya en Etiopía «hicimos» una partida de nacimiento (parece ser que mi hija no la tenía, o la Ecai no quería que la tuviese) en la que aparecen nuestros nombres como padres.

        Hoy que lo sé, no tengo muy claro que habría puesto. Tenemos muy presentes a sus padres, hablamos mucho de ellos y son tan importantes para mi hija, que también se han convertido en importantes para nosotros, pero no sé si a ella le podría molestar que no constemos nosotros como padres en su partida, no sé si podría dar lugar a suspicacias para ella. Quizás en el futuro será distinto, pero ahora mi hija sólo quiere ser tratada exactamente igual que nuestra hija biológica (y se fija mucho en cualquier diferencia).

      • Mi hijo mayor tiene 3 partidas de nacimiento: una hecha en Etiopía, con mi nombre con un asterisco en el que pone «adoptive mother» (en esto no tuve ni arte ni parte, fue decisión de la ecai y no tengo ni idea de si podría haber sido de otra manera); una segunda partida de nacimiento, española, en la que me dijeron que podía poner el nombre de los padres biológicos y los míos al margen o los míos; como no conocía los nombres de los padres biológicos, decidí poner el mío; y una tercera partida de nacimiento etíope, enviada por su madre biológica, donde constan los nombres de sus progenitores y la fecha de nacimiento real. Para mí esto es suficiente, no sé si lo será para él…

        Mi hijo pequeño tiene dos partidas de nacimiento: en la marroquí, constan unos nombres falsos de sus padres biológicos, que siguen siendo desconocidos; en la española, consto yo como madre.

        Yo todas las decisiones las he tomado pensando en lo que es importante para mí, en lo que yo creo que es mejor, no pensando en lo que ellos pueden o no preferir… puedo equivocarme (tanto si tomo una decisión como otra), pero al menos tendré argumentos para defender las decisiones…

  6. La adopción es mucho más que eso: es cuando un niño no puede ser criado por sus padres ni por su familia biológica y de este modo se evita que crezca institucionalizado, es cuando un niño maltratado por su propia familia es separado de esta para que otra le de una infancia feliz, es cuando una niña es abandonada por su madre y se le busca una familia que la cuide como se merece, es cuando un niño que lleva años institucionalizado sale del centro para crecer en un hogar…..
    En adopción nacional, por cierto, no hay transacción de dinero alguno….y respecto a lo de la «falsificación legal»…si el legal, ya no es falso…..se trata de romper el vínculo jurídico que une al niño con su familia biológica y de dar validez legal y seguridad jurídica a la relación que lo une «para siempre» con su nueva familia…

    • Claro que también es todas estas cosas; pero creo que tiene que hacernos pensar que una adoptada adulta (y no es la única) decida definir la adopción en términos de intercambio de dinero y falsificación de datos. Que es algo que tenemos que tener presente, porque nuestros hijos pueden verlo igual, a pesar de lo que tratemos de inculcarles (o pueden verlo de otra manera, claro… pero esta posibilidad está ahí y no hay que perderla de vista).

      En Adopción Nacional no hay intercambio de dinero, aquí y ahora, pero sólo hay que leer la prensa para saber que hasta 30 años atrás sí lo había… En todo caso, yo he hablado todo el tiempo de Adopción Internacional (AI).

      Para mí lo contrario de falso no es legal: es verídico. Y nuestros hijos son hijos nuestros de derecho tanto si tienen un certificado de nacimiento con los nombres de sus padres de nacimiento como si no lo tienen. Otra cosa es que para ser hijos nuestros tengan que llevar nuestros apellidos, que sí.

      • En Derecho lo contario de un «documento falso» es un «documento legal»…..
        Por otro lado….de acuerdo que se trata de una adoptada adulta, pero….se le nota como ¿resentimiento?, ¿resquemor?..
        Probablemente su historia le haya llevado a escribir y sentir así.

      • Curioso. No lo sabía. En todo caso, en la vida real, un documento legal puede ser falso, ¿no?, o sea, no responder a la verdad…

        Y sí, pero creo que el resentimiento y el resquemor son una característica que comparten muchos adoptados adultos, al menos los que escriben blogs… Y que, insisto, es algo a tener en cuenta. La historia de nuestros hijos probablemente comparte muchos elementos con la de ellos.

  7. No sé si se trata del sesgo al que te refieres, pero últimamente no hago más que leer artículos o entradas de blog que me hacen sentir mala persona por haber adoptado a mi hija, la blanca rica que se aprovecha de la miseria de otras pobres mujeres para llenar un hueco en su vida frívola y vacía. Primero me siento sucia y mala. Luego racionalizo y me importa un bledo todo, porque yo sé quién soy y qué me lleva a hacer las cosas. Sólo espero poder transmitirselo a mi hija, que pasará por una adolescencia en la que, probablemente, me verá llena de defectos y a su madre biológica adornada de mil virtudes que, no lo pongo en duda, a lo mejor tiene o tuvo, pero que nunca podremos quitarle brillo a ese halo con la realidad cotidiana, que es lo que me impregnará a mí.
    No edulcoraré su historia, y he reunido la mayor cantidad posible de información a mi alcance, para cuando ella la quiera. Y si quiere que vayamos tras su huella biológica, lo intentaremos, cueste lo que cueste. Pero no me voy a sentir culpable ni sucia. Heroína admirable, tampoco.

    • Creo que al final es esto: no somos ni héroes ni villanos… somos padres, punto. Padres adoptivos. Que lo hacemos lo mejor que sabemos… ¿Será esto suficiente? Ya lo veremos.

      Seguro que habrá un momento en el que nuestros hijos idealizarán a sus padres biológicos… e incluso si no los tuvieran, que idealizarían cualquier familia distinta a la que les ha tocado…. como tuvimos que hacer todos cuando llegó la adolescencia y nos tocó separarnos de nuestros padres, matarlos que decía Freud. La buena noticia es que es una etapa, y que el tiempo acaba poniendo las cosas en su sitio…

    • Estoy de acuedo. El problema es que nos definen o como héroes o como villanos, y no paran de hacerlo. Mucha gente tiene una predilección por poner adjetivos a la adopción, normalmente desde fuera.
      Y me jode mucho que hace un par de años la gente ma parara por la calle para decirma lo buena persona que era y pensar que ahora insinuarán a mis hijos que les he comprado robándoles a su verdadera madre.
      También los adoptados y adoptantes tendemos a generalizar. Hay muchos escritos que me dejan un poco turbado por eso, porque generalizan cosas que creo que no deberían, a decirme como se sentirá mi hijo y a decir lo mal (o bien) que lo estoy haciendo yo.

    • A mi en cambio no me hacen sentir ni mala ni buena. Me hacen entender lo que mi hija podría sentir ahora mismo o en el futuro.

      Cuando le cambié el apellido a mi hija (tenía uno convencional) lo hice porque así lo exige la ley en mi país. Le tuve que enseñar a memorizar su nuevo apellido porque en la escuela le preguntarian. Después me enteré del verdadero nombre de su madre biológica y se lo conté de inmediato a mi hija (tenía siete años). Un día jugamos a la escuelita y cuando otra niña le preguntó por su nombre y el de su mamá ella respondió diciendo el nombre y apellido real de su madre biológica. Ahí entendí la importancia de este dato. Podría intentar cambiarle el apellido a mi hija… No sé si la ley lo permite. De momento he decidido mantenerla con mis apellidos y ella decidirá después si quiere cambiarselo o no en su mayoría de edad. No sé si es correcto o no. Pero entiendo el sentimiento de quien escribió ese artículo.

      • Creo que esta es la idea básica: no va de cómo nosotros nos sintamos, sino de nuestros hijos. Si entendemos esto, tenemos la mitad de la partida ganada.

  8. Quizás y digo quizás… los adoptados adultos que escriben sobre adopción… o se centran principalmente en esa adopción sean en general aquellos que han tenido vínculos difíciles con su familia adoptiva… y por eso necesiten transcribirlo… comunicarlo..
    A mi personalmente no me gusta mucho la frase de referencia porque la veo com un intento de justificación de la madre adoptiva enfrente de la biológica… pero tampoco comparto la frase final de esta adulta adoptada (entiendo que no tengo que compartirla tampoco… ). La adopción es muchas cosas, buenas y malas y creo que tenemos que intentar transmitir a nuestros hijos esa visión amplia, no edulcorada, sino realista del proceso… Es verdad que tenemos que prepararles para que entiendan determinados aspectos que seguro algún día aflorarán: como el pago del dinero o la posible falsedad de los procesos…. Algún día alguién o ellos mismos encontraran información que cuestionará la adocpión en general y es mejor que esa información se la hayamos proporcionado nosotros antes… (pero cuando sean capaces de entenderla, sin prisas..) pero sin olvidarnos de explicar también el inmenso valor de la adopción como un sistema básico de protección del menor… y una forma muy válida de constituir una familia.

    Maria

    • Sí, es posible que los que escriban tengan un sesgo determinado, como comenté más arriba… es hasta lógico que así sea, igual que lo tenemos los padres que escribimos blogs, en foros…

      Yo también creo que la adopción es muchas cosas. Y que todas, en un momento u otro (o en varios) tienen que salir en las conversaciones con nuestros hijos.

  9. Con ese resentimiento tenemos que contar por si acaso, nuestros hijos lo sienten…Yo que he usado esa frase en muchas ocasiones, la silencio cada vez más…me parece frívola si me pongo en la piel de mis hijos…muy frívola…Es un arreglo al que acudir cuando llegan las preguntas, sus preguntas…Un arreglo para nosotros, los padres y madres…No para ellos…cómo crece un bebé en el corazón…? Si, ya sé…del amor…Y qué…? dirán ellos…

    • Yo creo que por un lado, se usa para sacar del cuadro a la madre biológica (cuando a la pregunta «¿yo nací de tu barriga?» no se le habla de la barriga de su primera madre sino del corazón de la actual); por el otro, creo que en la mayoría de los casos, en el mejor de los casos, todos los niños estuvieron en el corazón de sus padres… los hijos biológicos como los adoptados, y también, no lo olvidemos, una buena parte de nuestros hijos.

  10. Es una expresión, que para unos vale (a mi hija le gusta) y para otros no. Cada familia tiene su mundo de metáforas que bien aplicadas y explicadas ¿por qué no van a valer? . Pero cuando veo este tipo de comentarios (emociones) en adoptados adultos, me hace pensar en las maneras tan distinta que hay para resolver el hecho de ser adoptivo. Y que en ese resolver con uno mismo el hecho de haber sido abandonado, los padres adoptivos tenemos un papel. ¡Bien complejo¡ como siempre andamos en tinieblas y guiándonos por la intuición…
    Cuando leo lo de : Tenemos dos mamás, no una. Y me gustaría creer que crecimos en los corazones de ambas. No sólo en el de la que nos crió…
    pues…
    pienso que a mi hija y a mi nos gustaría pensar lo mismo. En esta adulta adoptada, personalmente, solo veo dolor, la herida del abandono y si menospreciar la adopión le ayuda a reconciliarse con su historia…¡ vale¡ ¡

    • Yo no creo que menosprecie la adopción: no lo leo en ningún lado. Lo que creo es que le molesta que se menosprecie, se ningunee, la parte biológica.

    • Yo leo otra cosa. Para mí lo del intercambio de dinero no se refiere literalmente a una compra sino a algo más profundo: a realidades sociales en las que las desigualdades priman y generan situaciones en las que una madre que no tiene medios para criar a su hijo lo tiene que entregar para que lo críe otra familia del mismo país o de otro.

      En cuanto a la falsificación de documentos, es práctica común. Somos miles, millones, los que somos adoptados irregularmente o apropiados. Esta es una realidad desagradable y que quizás sea cada vez menos común, pero que no por eso es menos real.
      De todos modos, nada de eso invalida el enorme valor de la adopción. Creo que nos molesta es la imagen edulcorada de la adopción y, en muchos casos, la superioridad moral que en el imaginario social se asigna a los padres adoptivos y la diabolización de los padres biológicos, y el poco espacio que tenemos los adoptados para patalear, para expresar lo que sentimos sin ser juzgados de ingratos o resentidos.

      • Esto leo yo también. Y creo que en algún momento, a nuestros hijos tendremos que hablarles del dinero que cambió de manos para que ellos llegaran a nuestra familia. Porque si no se lo contamos nosotros, lo leerán en otros sitios… y quizás llegarán a conclusiones equivocadas… o acertadas.

  11. Y lo peor de todo y más triste es no todos los niños adoptados (nuestros niños) crecieron en el corazón de sus mamás biológicas…y que la realidad es que «sólo» lo hicieron en sus barrigas, pero en sus corazones, en muchos casos, es obvio que no….así que….tampoco les vamos a «vender la moto» de que «tu mamá biológica te quiso mucho y fuiste un niño muy deseado, y creciste en su barriga y en su corazón y te amaba con todo su alma….» si no fue así, no?

    • Si sabemos seguro que no fue así, yo creo que no tenemos que decírselo; si tenemos la suerte de saber seguro que sí fue así, pues hay que decírselo, desde luego. Y si no lo sabemos… pues vamos a darles el beneficio de la duda, ¿no? Es cierto que muchos niños adoptados no han sido deseados, ni queridos, ni bien tratados… pero no es menos cierto que otros muchos no se encuentran en estas circunstancias, e incluso aunque no hayan sido bien tratados, esto puede deberse a razones que tienen menos que ver con el amor que con el miedo, o la incapacidad parental…

      • Si sabes seguro que tus hijos no fueron deseados, ni queridos, ni amados, ni bien tratados, ni cuidados….no puedes decirles «naciste del corazón y de la barriga de tu mamá biológica»…..porque la siguiente pregunta del niño será «y si me quería tanto y me tuvo en su corazón…..poruqé no estoy con ella?»….
        Y yo sí creo que en mucho casos la mamá biológica fue simplemente (y ni más menos) la proveedora de una barriga-útero….Lamentablemente.

      • Efectivamente, si sabes esto seguro no se lo puedes decir. En todo caso, también puedes decirles que nacieron de la barriga de su madre biológica y que tú les adoptaste… En mi caso, el corazón queda fuera de todo este discurso.

  12. Es muy cierto todo lo que dice. Y es muy valiente en decirlo como lo dice. A mí me gustaría decir que ser adoptado significa haber crecido en el vientre de una madre y en el corazón de dos, y vivir para siempre en dualidad. Ser dos. Yo escribo así sólo cuando lo hago con seudónimo, como ahora. Hace poco mi mamá y también una amiga madre adoptiva pusieron en facebook esta foto. Y yo, de puro cobarde, me sentí obligada a poner «me gusta»… Eso también es bastante elocuente de cuánto nos cuesta a algunos asumir nuestra identidad y cómo, incluso de adultos, seguimos actuando y diciendo lo que otros quieren oír…para no hacer olas, para no herir y, sobre todo, para que no nos dejen de querer… Qué triste, ¿no?

    • Muy triste, María,… y muy valiente por tu parte reconocerlo.

      A mí lo que me gustaría conseguir, precisamente, es que mis hijos no se vean obligados a decir, hacer cosas que no quieren, que no sienten,… por hacerme feliz. Que entiendan que les querré siempre, hagan lo que hagan, sean como sean.

      • Pues, a juzgar por lo que escribes, creo que no tienes de qué preocuparte. Seguramente ya les estás transmitiendo a sus hijos esa incondicionalidad. Y si a pesar de todo no es así, no será por lo que les hayad dicho o hecho, será parte de esa herida con la que nada tienes que ver.

      • Iba a escribir que ojalá estuviera yo tan segura… pero en realidad prefiero no estar segura, no acomodarme nunca y no dejar de intentarlo.

  13. Creo Maria, que esos sentimientos y esas actitudes de no herir para que no dejen de querernos, tambien las tenemos a vecs los hijos biologicos y son naturales. A nadie le gusta hacer daño a quien quieres

  14. Pues yo no comparto que ser adoptado signifique siempre haber crecido en el vientre de una madre y en el corazón de dos….
    Habrá casos en los que sí, pero, por supuesto, no en todos.

    • Yo estoy totalmente de acuerdo con Luz. Me ha quitado las palabras de la boca.

      El último párrafo me parece muy fuerte. No veo que se refiera a otra cosa que a un pago por un niño. No sé si será su caso particular y que por eso muestra ese rencor.

      Yo cuando hablo de adopción hablo de «adopción», de dar una familia a un niño o niña que por circunstancias no tiene familia o no puede estar con su familia biológica. Si hay compra, dinero negro, apropiación, mujeres que salen del hospital con un cojín en la barriga no es adopción y no me extraña que esos niños de adultos tengan ese dolor y ese trauma. Si es una adopción legal, normal, si es el caso en el que un niño que iba a pasarse la vida en un centro o en la calle encuentra a una familia, ese niño tiene derecho a ser feliz, a mirar hacia delante, a quererse (porque su autoestima no puede depender de algo de lo que él no es responsable), y tiene derecho a disfrutar de una familia que lo quiera y lo cuide como se merece.

      En cuanto a su familia biológica me parece imprescindible escuchar y acompañar a nuestros hijos en sus emociones y también transmitir hacia ellos respeto y en muchos casos también comprensión pero las causas por las que nuestros hijos llegan a nosotros son muy variadas y muchas veces tampoco me parece de recibo idealizarlos. Dependerá del caso.

      Y sobre el corazón, una de las diferencias que veo entre los dos tipos de maternidad es que los hijos adoptivos son siempre hijos muy deseados (quizá por eso ha surgido esa metáfora que, hortera o no, es muy gráfica). Los hijos biológicos, y no me refiero sólo a los adoptados, unos son muy deseados y otros, por desgracia, no.

      • Respecto a los primeros párrafos de tu comentario, creo que he dejado mis posturas claras en respuestas anteriores.

        Respecto al último, decirte que estoy de acuerdo en que no hay que idealizar a los padres biológicos… pero creo que tenemos que dar un paso más, y no idealizar tampoco a los adoptivos. No todos los niños adoptados son muy deseados, algunos (no pocos) son deseados por uno de sus padres y no por el otro, que accede a la adopción para complacer a su pareja… e incluso los que son deseados, no siempre son queridos ni bien cuidados, igual que sucede con los hijos que se crían en su familia biológica.

      • También estoy de acuerdo en que no hay que idealizar a los padres adoptivos pero el caso de que los padres adoptivos no deseen ser padres (o luego traten mal a los niños) debe ser también ínfimo. Lo habrá, no digo que no, pero yo no conozco ningún caso y me imagino que tanto examen psicológico que nos hacen será para evitar esos casos al máximo, digo yo.

        Hablo de la generalidad. De los padres que queremos adoptar con toda nuestra ilusión y luego en el día a día lo hacemos lo mejor que podemos. Nuestros hijos son muy deseados y me parece que es un aspecto importante que hay que transmitirles. Que sepan que los esperamos durante años, la alegría que fue que llegaran, lo que los queremos y que los querremos para siempre.

        En lo que sintieron sus padres biológicos, a veces nos podremos meter y otras veces no. Depende de si sabemos o no y de lo que sabemos. Con respecto a los sentimientos de nuestros hijos creo que es lo que importa de verdad y que nuestra labor es escuchar, comprender y crear un clima que les permita expresar con libertad lo que sienten (rabia, amor hacia ellos, miedos, lo que sea).

        Lo que pienso que nadie nos puede quitar es expresar lo que sentimos nosotros (con metáforas o sin metáforas, de forma cursi o de forma heavy) y si los sentimientos son positivos seguro que hacen más bien que mal.

        Yo también soy de las que la quiso desde siempre. Y voy a decírselo todos los días (mil veces). No creo que eso signifique dejar a otra/s persona/s de lado. Sí creo que ella merece que los padres que conoce la quieran y se lo digan.

      • Que no los conozcas no quiere decir que no existan.
        Yo sí conozco más de un caso… y las cifras de reabandono, en todo caso, están ahí, y son bastante preocupantes.

  15. Jamás he soportado esta frase… de hecho no me gusta ni el título de un libro que se titula así…. «hijos del corazón»… a parte de que la encuentro pastelosa….
    El otro día lo dije a una madre adoptiva, no recuerdo ni quién ni dónde era, y me dijo, por qué no te gusta? es la realidad. La realidad? mi hijo nació de una barriga (deseado o no, no lo sé) y yo le desee… pero no creció en mi, ni de un modo ni de otro…. es más, ni tan siquiera pienso lo que mucha gente dice de «nació para mí» «nacimos para estar juntos»…. esto es muy bonito de pensar, pero la realidad es muy distinta.
    Yo quiero que mi hijo sepa que ha nacido de la barriga de su primera mamá, su mamá de nigeria… o como acordemos llamarla cuando sea más mayor, de momento yo y mi marido hemos decidido llamarla «mamá de nigeria» y así le hablamos de ella a él. Sobre nosotros, pues simplemente que desábamos ser padres y que empezamos un proceso para llegar a él… por supuesto sin saber que sería ÉL, y eso creo que es bueno que lo sepan también…
    hasta el mismo día de conocerle yo no le ayudé a crecer, ni en la barriga ni en el corazón… él creció gracias a su primera madre, gracias a las cuidadoras de su centro y gracias a su gran valentía.
    Hay otra frase que también he escuchado muchas veces en boca de familias adoptivas que es algo así como «tienes suerte de tener dos mamás, una que te vió nacer y otra que te vió crecer»… ¿suerte? lo siento pero no lo comparto… la suerte la tiene el que sólo tiene una, y que la persona que le vé nacer y crecer es la misma….

    • No puedo estar más de acuerdo con Laura en todo. Yo tampoco uso ni usaré esa frase porque es mentira. Mi hija nació del vientre de su madre de Malí, y como dice Laura, creció sus primeros meses en una institución y no en mi corazón porque nosotros queríamos ser padres, pero no sabíamos si sería ella u otro niño quien sería asignado como nuestro hijo. No la “estábamos esperando a ella” ni “nació para nosotros” ni “no naciste bajo mi corazón sino muy dentro de él”, con esta última frase en especial no puedo…Creo que ciertas metáforas esconden mensajes subliminales falsos y dañinos.
      Mi hija nació de su madre biológica, nosotros queríamos ser padres y el azar hizo que fuera ella la niña asignada. Podía haber sido otro/a pero por circunstancias fue ella y estamos felices, la amamos con locura, pero también amaríamos de forma incondicional a cualquier otro niño/a que nos hubiesen asignado. Por tanto fue la casualidad, circunstancias y decisiones ajenas a nosotros, el azar… el que hizo que fuera nuestra hija, ni nació para nosotros ni hubo ninguna confabulación estelar, ni la “queríamos desde siempre a ELLA”. Yo a mi hija la quiero ahora y empecé a quererla cuando la tuve en brazos por primera vez, no antes porque no creció en mi corazón. Lo que crecía en mi corazón durante la espera era un sueño, un deseo irrefrenable de ser madre, pero no SU madre, sino la madre de cualquier niño/a. Casualmente, fue ella. Y es lo que pensamos contarle. No por adornar su historia con florituras (que además son mentiras) voy a querer más a mi hija, ni a hacer más bucólica ni maravillosa su llegada a nuestra vida

    • A mí tampoco me gusta lo de «nació para mí»… siempre he pensado que convierte al niño en un objeto, una propiedad… y lo de «nacimos para estar juntos», bueno, entiendo que haya gente que crea que es el destino quién nos une a nuestros hijos, pero yo soy de las que creen que es la casualidad; que son nuestros hijos como podrían haber sido otros (aunque una vez creado el lazo entre ambos, es tan fuerte, que tendemos a creerlo inevitable).

      Y a mí también me repatea que les digan que tienen suerte. Suerte tienen los niños que tienen la posibilidad de crecer y ser amados en la misma familia que les vio nacer, los que no sufren las pérdidas que han sufrido nuestros hijos.

  16. Pero…bueno, a lo mejor es que yo no doy tantas vueltas a la expresión…o que no soy tan literal. entiendo que es simplemente una metáfora…y no voy más allá.
    Entiendo que es una forma de decirle a tu hijo que lo esperaste y lo deseaste mucho tiempo….a lo mejor desde antes de que hubiera nacido (sí, ya se que no lo esperabas a él en concreto….que el azar hizo que fuese él….) pero…..es la forma de explicarle al niño que, si bien no estuviste embarazada y en el parto nació él….en tu corazón deseabas un niño y que….por casualidades de la vida….llegó él…
    Igual es que soy muy simple pero…..no veo la frase tan terrible.
    Por supuesto que mis hijos no nacieron en mi corazón…eso es obvio y lo entienden pero sí es cierto que …el deseo de ser madre era enorme.
    Y que desde el segundo uno en que me anunciaron la asignación, aún sin verlos, se instalaron en mi corazón.

    • Puede que sólo sea una manera de hablar, pero además en esa frase hay algo que me chirría. “No naciste de mi vientre pero sí de mi corazón”, deja entrever que es más importante, más válida, más verdadera, la madre de “corazón” (asociado a los sentimientos) que la madre “de tripa”, porque “simplemente” ha parido.
      Yo, sin embargo, no quise a mi hija desde el momento en que me la asignaron o pusieron en brazos. Sí sentí vértigo, que aquello que había soñado, un hijo, se materializaba, ya era real; y mucha ilusión, mucho instinto de protección, mucha ternura. Pero amor de madre como siento ahora hacia mi hija, sentirla hija mía, en aquel momento no. En mi caso fue un proceso, corto y paulatino, pero un proceso.

      • Yo tardé mucho tiempo en querer a mis hijos con locura… desde el primer momento me sentí responsable de ellos, pero las emociones que llegaron a mí fueron desconcierto, pánico, curiosidad, dudas… de hecho, sentí un flechazo mucho más grande hacia uno de los niños que nos acompañaron a Addis Abeba que hacia mi propio hijo…

        En mi caso, sí fue un proceso largo, y en el primer caso, angustioso, porque me sentía en falso, no sentía nada de lo que esperaba, y me creía mala madre, pensaba que me había equivocado, que no sería capaz de llegar a quererle como se merecía… Durante mucho tiempo, cada x meses me decía «ahora sí que le quiero, no hace 3 meses», y 3 meses más tarde, otra vez lo mismo… hasta que un día me di cuenta de que hacía mucho tiempo que no podía quererle ni más ni menos. Que ya estaba.

    • Yo creo que de lo que va el post no es tanto de si a los padres adoptivos nos vale o no esta frase… sino de si les vale a los hijos.

      • Sí, supongo que tienes razón. De todas maneras, para mi la frase de imagen del post es una frase un poco peligrosa. A mi me comunica eso de «madre no hay más que una», y esa frase a mi no me sirve. Tampoco quiero que mi hija esconda su historia detrás de esa frase.

      • Pues tendremos que preguntarles a ellos cuando crezcan…y probablemente habrá tantas respuestas distintas como niños.
        Cuál sería la pregunta: «¿Te molesta que te digan que tu madre adoptiva es tu madre del corazón»?

      • Yo sería menos dirigista… les preguntaría si les gusta la frase, si creen que define la adopción… Luego podemos entrar en detalles… ¿te molesta que excluyan a tu madre biológica como madre de corazón? ¿te parece bien que pese más el corazón de tu madre adoptiva que el vientre – y el corazón – de tu madre biológica? ¿Sientes que esta frase te obliga a escoger entre ambas?

        Aunque es muy posible que, como comentaba unos cuántos mensajes más arriba María de Bahía, no se atrevieran a decirnos la verdad. Para no hacernos daño. Para que no dejemos de quererles…

      • Yo creo que si les dijese eso del corazón a mis hijas me dirían que soy una cursi…

      • sólo he llegado hasta aquí. Estoy leyendo en el trabajo y no me puedo entretener más. Sólo quiero aportar una cosa: a los hijos biológicos a veces no se les quiere tampoco desde el primer momento (no lo sé por mí, sino por gente allegada muy íntima), y también pueden ser los que nacen o cualquier otro, es pura casualidad, un espermatozoide en vez de otro.

        No sé si me explico. Quiero decir que eso de que te asignan a un niño pero podía ser cualquier otro pasa Exactamente con la biología, y lo mismo con eso de quererles al instante, y si no que se lo pregunten a los padres, en concreto, que se encuentran el bebé de golpe y porrazo.

        Y todo esto no tiene que ver con la frase.

        Resulta que he llegado aquí por esa frase. A mí sí me gusta, aunque ahora veo todo lo que puede conllevar y veo el peligro de usarla según con quién (no todos los adoptados sienten igual con respecto a sus orígenes). Pero es que casi cualquier cosa, si nos ponemos tan exquisitos, tiene tantas lecturas como gente que las lea.

        Coincido con muchas de vosotras, de un lado y del otro, me habéis hecho pensar. Pero ahí está la clave, creo que esto es pensar demasiado. No me malinterpretéis, pero tampoco creo que haya que hacerles la ola a los padres biológicos (según la historia, por supuesto), porque, os dejo otra frase:

        «Tener hijos no lo convierte a uno en padre, del mismo modo en que tener un piano no lo vuelve pianista.» (Michael Levine)

        Qué bueno un blog así.

      • Yo también conozco madres biológicas (más que padres, curiosamente, quizás porque a ellas les sorprendió) que me han explicado que lo suyo no fue un amor a primera vista, que el vínculo se construyó poco a poco… para mí la diferencia, sobretodo en el caso de los niños mayores, es que los bebés despiertan, en casi todos los casos, nuestro instinto de protección, de una manera que no lo hacen los mayores.

        Y sí es verdad que un hijo biológico es fruto del azar, pero solo en un sentido: la madre biológica de mis hijos habría podido tener niños distintos… pero ellos solo podrían haber nacido de su madre (y padre) biológicos. Cosa que no pasa con los hijos adoptivos: nosotros podríamos tener otros niños, pero ellos también podrían tener otros padres.

        En lo que no estoy de acuerdo es en lo de pensar demasiado. Creo que nunca se piensa demasiado.

  17. Pero porqué crees que la verdad nos haría daño?
    A mí ni me dolería en absoluto que mis hijos me dijeran que quieren a sus madres biológicas o que quieren conocerlas, encontrarse con ellas, abrazarlas….Es más si ellos lo desean, me sentiría muy feliz.
    Vamos, que no siento celos de ellas.
    Además…es que no creo que en esa frase pese más el corazón de la madre adoptiva que el vientre de la madre biológica.
    Yo soy más simple:
    Naciste del vientre de tu madre.
    Claro que no les voy a decir naciste de mi corazón, porque no es cierto, nacieron de un vientre, pero…..no les puedo decir: te quiso mucho, estuviste en su corazón, te amó mucho, piensa en tí todos los días…..
    Y es que creo que en muchos casos SÍ hay que excluir a las madres biológicas como madres del corazón, porque no lo son.

    • Yo no lo creo, Luz: son ELLOS los que lo creen. Y lo creen en base a frases como esta, que ningunea a su primera madre en función de la segunda… Lo creen en base a que les digamos que sus primeras madres no pudieron quererles, en ocasiones, sin ni siquiera estar seguros de ello.

      Yo tengo mucha suerte: tengo contacto directo con la primera madre (no sólo del vientre: del corazón, si compramos esta frase que a mí personalmente me parece cursi: yo no me considero madre «del corazón», sino por adopción; madre y punto); la madre que además de parirle, le cuidó durante 2 años, y le sigue queriendo. Lo sé porque ella me lo dice; pero incluso aunque no me lo dijera, porque lo noto en las cosas que me dice, en la manera que tiene de decírmelas.

      Y aunque en el caso de mi segundo hijo no tengo ningún dato, estoy segura de que también le quiso. Y de que piensa en él todos los días. Por la simple razón de que es lo que haría yo si tuviera que separarme de ellos.

      Es verdad que hay madres, tanto de las que dan en adopción a sus hijos, como de las que se quedan con ellos, incluso madres adoptivas, que no quieren a sus hijos. Si sabemos seguro que es el caso de nuestros hijos, sí, algún día tendremos que decírselo; o al menos no decirles lo contrario. Pero si no sabemos nada, ¿por qué no darles el beneficio de la duda? ¿Por qué asumir directamente la peor situación? ¿por qué excluir la posibilidad de que un buen número de ellas, la mayoría acaso – o algunas al menos – quieran o hayan querido tanto a sus/nuestros hijos como lo hacemos nosotras?

  18. María de Bahía dijo:

    Ahí está. En uno de los comentarios una mamá dice la verdad, que quiere a su hija como hubiera querido a cualquier otro niño que le asignaran. No que deseaban específicamente a su hija. Esa verdad es la que sentimos, esa falta de especificidad, eso de ser hijos de nuestros padres como lo podríamos ser de otros. Es por eso que a los adoptados nos hace ruido la frase ésa de que somos los hijos más deseados. Eso de que los hijos adoptados somos los más deseados no es cierto. Primero, porque deseados o no, por alguna razón, quien nos engendró no nos retuvo a su lado como a la mayoría de las otras personas. Segundo, nuestros padres adoptivos deseaban ser padres, no nos deseaban a nosotros en particular. Es más, en la mayoría de los casos, deseaban un hijo propio biológico que no pudieron tener. Nuestros padres vienen, por lo general, y no digo en todos los casos, con una pérdida a cuestas tbién, igual que nosotros. Y así como los padres adoptivos tienen que convivir con el fantasma de los biológicos, los hijos adoptivos convivimos con el fantasma de los hijos biológicos que nuestros padres no tuvieron (y que además, por eso mismo, son ideales) además de con el fantasma de la parte de nuestra historia que nos falta. Y esa convivencia con fantasmas no es raro que nos desestabilice, aunque también puede unirnos mucho a nuestros padres adoptivos siempre y cuando todos seamos sinceros y reconozcamos nuestros verdaderos sentimientos que, es verdad, no condicen con los clichés sobre la adopción. No sé si me podrán entender. A veces siento que sólo un adoptado puede entender a otro, aunque por suerte algunas de ustedes parecen entender.

    • Maria yo creo que somos muchos los que tenemos hijos bios y adoptados…y en el caso de mis peques creo que el haber tenido antes a mis bios les hace relativizar mucho toda esa parte de las carencias paternas y el deseo de un hijo. En realidad a veces me dicen riéndose – son unas cachondas- que como es que encima de tener dos fuimos a adoptarlas a ellas, que 4 hijos, madre mía…
      A mi la frase naciste del corazón me parece bastante vomitiva, porque pienso como E. que es un menosprecio hacia nacer del vientre , del cual nacemos todos . Y una cursilada en el mejor de los casos.

    • Hola María de Bahía,
      creo que se te entiende de maravilla y éso que no soy ni madre adoptante ni hija adoptada.
      Has sacado un tema que me parece muy importante y en la conversación sobre los padres adoptantes que siempre desean a sus hijos estaba echando en falta. A veces (quizá pocas, quizá muchas) se llega a la adopción no por una decisión meditada en ese sentido sino porque la vía biológica para acceder a la maternidad se ha cerrado.
      Y creo que se puede resolver este duelo perfectamente y adoptar convencidos de lo que se hace. Pero puede ser que no y que se acceda desde este duelo no resuelto.
      Armo: me preocupa el discurso en que convierte a los padres adoptantes en mejores padres que el resto porque sus hijos son siempre deseados.
      Quiero pensar que se puede ser la mejor madre/padre del mundo tras un embarazo de penalty, adoptando, buscando el embarazo de forma premeditada, a través de la reproducción asistida, teniendo un único hijo y teniendo ocho, …y los peores también.
      Que un hijo sea tremendamente esperado y deseado puede tener la contrapartida de que tus padres críen con un exceso de protección y quizá una familia que haya tenido «los hijos que venían» les ayude más a colocarse en un sistema familiar donde la protección esté presente pero sin asfixiar.
      No digo que esto deba ser así, ni que sea mejor una familia que otra, sólo que las generalizaciones son traicioneras.

      • Totalmente de acuerdo: la manera en la que accedemos a la maternidad (a la parentalidad) no condiciona nuestra calidad como padres.

      • Nuria, precisamente a mí una de las cosas que más me preocupaba cuando empezé a darme cuenta de que los hijos «no llegaban», era que eso me convirtiera en una madre superprotectora. No soy quien para decirlo, pero creo que al final no ha sido así, o al menos eso espero.

      • Me enrollo mucho (lo siento) y a pesar de ello se ve que no consigo explicarme bien.

        Esa frase tal cual no me gusta. Y viendo el daño que parece que puede hacer a algunos de nuestros hijos pues menos. El debate me ha servido para plantearme algunas cosas de las que quizá antes no era consciente (Para eso leemos ¿No?).

        En ningún momento he dicho que desear a un hijo nos convierta automáticamente en mejores padres, pero el hecho de desear a nuestros hijos adoptivos me parece un buen punto de partida.

        Tampoco pienso que los padres adoptivos seamos lo más de lo más. Ni que la maternidad (tanto la biológica como la adoptiva) sea un camino de rosas. Ni que otras madres tengan que sentir lo mismo que siento yo.

        Lo único que quería decir es que hablar del corazón para mí significa hablar de querer. Por desgracia no puedo responder por lo que sentían sus padres biológicos, lo único por lo que puedo responder es por lo que siento yo, y espero que el hecho de que nosotros la queramos muchísimo aunque no pueda curarle esa herida sí le sirva para poder mirar hacia delante y ser un poco más feliz.

    • Yo creo que sí te podemos entender, yo creo entenderte, y de hecho, creo que el objetivo final de este blog es entenderte, entenderos, y a partir de esto, entender a mis hijos.

      Recuerdo que una mujer adoptada, adulta, me dijo que en una ocasión le dijo a su madre adoptiva: «Yo puedo con el dolor de tu infertilidad, de que no hayas podido tener un hijo biológico; intenta tú también ser capaz de cargar con mi dolor por no haber sido criada por mi familia biológica».

      Creo que en esto consiste ser familia adoptiva, incluso cuando no hemos llegado a esta situación como «Plan B» respecto a la maternidad biológica.

      • María, te explicas perfectamente. A los padres nos sirven mucho vuestras experiencias y que habléis con esa transparencia y quizá es la forma en la que podamos llegar a entenderos y también a ayudaros de alguna manera.

        Existe una herida profunda. Que menos que podáis hablar de ella e intentar que os comprendamos.

  19. Siempre me ha «chirriado» esa frase. Ahora sé porqué.
    Gracias

  20. María de Bahía, me parece super interesante tu reflexión, esos fantasmas que nos acompañan a todos y los duelos que tuvimos que hacer. Pero precisamente el haber tenido que pasar esos duelos nos hace ser más sensibles a los duelos de los demás aunque sean de naturalezas distintas. En cierto modo, muchos de los padres adoptivos también hemos tenido una pérdida importante, esos hijos biológicos que nunca llegaron y por ese motivo tenemos que ser más sensibles y comprensivos con vuestra pérdida.
    Pero aunque eso es parte de nuestra vida y siempre nos acompañará, por suerte casi todos los duelos se «resuelven» permitiéndonos seguir adelante. Creo que nuestro trabajo como padres consiste en eso, en acompañar a nuestros hijos en la superación de su pérdida, que si bien siempre estará allí, no sea algo que le impida crecer como persona.

    • me lo he leído todo despacio porque es un gran tema. Como adoptada adulta me atrevere a descifrar el extracto de esta chica porque parece que no todos la han entendido. A mi si me ha parecido cogerle la idea porque de alguna manera todos pasamos y elaboramos las mismas etapas. Estoy muy de acuerdo con obviar la parte del corazón. De pequeños no se entiende y no responde a la pregunta que solemos hacer de si hemos crecido en la barriga de nuestras madres adoptivas. La respuesta del corazón o como han comentado antes, que incluso haya libros sobre adopción así titulados a mi me parece no sólo frívolo sino que el que lo escribe no ha entendido de que va esta peli. Como veo que opina la mayoría y entiendo que es lo que explica esta chica, usar esa metáfora es un intento de obviar a la madre biológica que lógicamente existe y también molesta que se haga. Por otro lado debeis saber interpretar el duelo no elaborado por abandono que mi compañera expresa. Todos queremos ser amados por ella pero no suele ser así e incluso a los papás adoptivos les duele este punto así que muchos la idolatran. Lo veo muy a menudo. También hay que elaborarlo y colocarla a ella como la tendrá que colocar el niño. Con respecto al párrafo final que sembró controversia. Entiendo que se refiere a su caso personal y cuando hay ilegalidades uno ya no sabe ni puede saber, que es peor, si la adopción realmente fue buscarle una familia a un niño o sacarse a un niño donde no lo había. Por eso ella define así la adopción. Y como añadido mío, me ha parecido leer que hay mamás que tienen contacto con la mamá biológica. Sólo quiero aportar que está bien rascar datos extra para el futuro por si luego la pista se pierde, lo entiendo como labor de los padres, pero no avanzar hasta el punto de tomar contacto con esa persona. Es algo de vuestros hijos, es algo que debe hacerse con mediación familiar profesional. Lo contrario puede acabar siendo peligroso.

  21. Lo que yo conozco sobre adopciones abiertas es lo que he visto en programas tipo «madre a los 16» en EEUU. Tengo poca información como para pronunciarme porque entiendo que de la forma en la que se tocaban los casos que he visto en la tele (y que fueran en la tele) daban información sesgada. No me pronuncio por tanto.

    Ahora bien ¿y esto que tiene que ver con buscar los orígenes de tus hijos con la finalidad de contactar, sin intervención profesional especializada en la materia, con su madre? Como miembro de la Voz de los Adoptados te sugiero el libro en el que hemos participado de Jaime Ledesma titulado Mediación familiar en la búsqueda de orígenes. Participa también A. Berástegui. Es del Grupo 5. Creo que te va a interesar.

    • Si has leído un poco en profundidad el blog, sabrás que las reflexiones, las opiniones, las vivencias… de personas adoptadas tienen un lugar importante en él, tanto en los comentarios como en las entradas. A mí me parece fundamental escuchar a adultos (o niños mayores) adoptados, y mucho más interesante que escuchar a la mayoría de padres adoptivos, con los que a menudo siento que tengo poco en común.

      Dicho esto, te diré que no creo que haya una única “Voz” de los adoptados… creo que los adoptados tienen muchas voces, muchos puntos de vista distintos; y que escucharlos e intentar comprenderlos no quiere decir siempre coincidir con ellos.
      Dentro de “La Voz de los adoptados” también hay sensibilidades distintas. Yo he hablado con miembros de vuestra asociación que en un punto inicial eran tan tajantes como tú respecto a la posibilidad de que los padres adoptivos mantuviéramos una cierta relación con los padres biológicos… y al ir conociendo nuestras experiencias, las de los padres que hemos iniciado este camino nuevo, desconocido, y tan distinto a lo que se ha hecho hasta ahora, y que tanto miedo da a algunos, al dedicar un tiempo a reflexionar sobre ellas, han sido capaces de abrirse de miras y verlo como algo posible, incluso como algo positivo.

      Entiendo que para muchos adoptados, de entrada, pueda parecer algo difícil de asimilar (como lo es también para muchos profesionales de la adopción, por otro lado… aunque cada vez nos encontramos con más que también empiezan a ver las cosas de otra manera; como lo fue, de entrada, para muchos de nosotros); pero no olvidemos que su postura, su punto de vista, viene también de sus propias vivencias.

      La adopción internacional es en muchos puntos distinta de la adopción nacional, y más de la adopción nacional de hace 30 o 40 años… Muchos niños que llegan en adopción internacional, han convivido con sus padres, han sido queridos y cuidados, sienten una gran añoranza de su primera familia, y tienen el deseo y el derecho (a mi entender) de que este hilo no se rompa; también lo tienen las familias biológicas, que en muchos casos entienden la adopción de una manera distinta a cómo lo hacemos nosotros (para los etíopes, por ejemplo, la adopción no rompe el vínculo).

      En este sentido, nuestra decisión de mantener una relación abierta, bilateral, con las primeras familias de nuestros hijos, enlaza con la adopción abierta tal y como se entiende en los países en los que existe (y que para mucha gente que está trabajando y pensando sobre la adopción es probablemente la mejor vía de futuro que existe; así se desprende por ejemplo de los últimos congresos de AFIN).

      Yo no sé si mi hijo mayor me reprochará que yo, cuando tuve la oportunidad de establecer una relación con su primera madre, lo hiciera. Sé que lo vivirá distinto que una persona que se entera de algo así a los 30 años… él conoce ya esta relación, ve las cartas, guarda las fotos de su madre, le envía dibujos… es una relación en la que él participa, en la que él toma decisiones (por ejemplo, qué quiere preguntarle a su primera madre: algo que creo de su potestad, no de la mía). Tampoco sé si me reprocharía lo contrario, que pudiendo tener esta relación, hubiera declinado hacerlo. Sólo sé que prefiero que me reproche lo que yo creo que tengo que hacer, lo que me ha dictado mi corazón: es la opción que podré defender si algún día me pida que lo haga.

      Esta especie de adopción abierta, impensable unos años atrás, es un camino en el que nos hemos aventurado un puñado de familias con hijos nacidos en distintos países. De momento, ahora que los niños son aún pequeños, las experiencias de los viajes, los intercambios epistolares… no pueden ser más positivos… sólo el tiempo nos dirá qué consecuencias tendrá a largo plazo; pero la única manera de saberlo, es atrevernos a emprender el camino.

      Si quieres acompañarnos, eres bienvenida.

  22. «La adopción es cuando una gran cantidad de dinero cambia de manos para que un niño nacido de una mujer puede ser criado por otra mujer» Los padres adoptivos no queremos ni oir hablar de esto, en el caso de la AI, es totalmente cierto, cualquiera de nuestros hijos puede entrar en la página de una ECAI y ver lo que cuesta una adopción, p.e. 10.000 euros Etiopia y la expresión, es lo que cuesta el papeleo, pues creo que a cualquier hijo que sepa lo que cuestan las cosas aquí y allá, pues es una pasta y no me lo creo ni yo. Es un hecho que tendremos que explicar a nuestros hijos, yo aún me estoy planteando como. No he hecho nada ilegal, ninguna de mis adopciones han sido irregulares en el sentido de arrebatar a un niño a unos padres biológicos o sugerirles amablemente que lo den en adopción, pero esta frase tal cual, aseptica, es cierta.

    • Exactamente: esta frase es una verdad incontrovertible en Adopción Internacional, aún cuando no hablemos de tráfico de niños, que también existe en más casos de los que pensamos.

      Yo creo que es una buena frase, porque sirve para hablar de dos elementos fundamentales en la Adopción INternacional: el negocio y la desigualdad. Y son dos elementos que van a tener que estar en nuestro discurso… y que aunque las obviemos, terminarán por estar en el discurso de nuestros hijos.

  23. Madre de Marte respondo por partes porque me parece que la postura de nuestra asociación no has debido entenderla bien con respecto al tema de búsqueda de orígenes, y puesto que hablas de miembros de la misma, y creo que al menos sé de uno de ellos, con los que has conversado, voy a hacer alusión al tema.
    La Voz de los Adoptados está en plural, no en singular porque damos Voz a muchos adoptados con diferentes visiones, esto nos ha hecho entrar en CORA, nuestra pluralidad, nuestros objetivos y nuestra opinión sobre determinados temas. Es lo que enriquece. Aclarado este tema. Como asociación y como consideramos EN BASE A LA EXPERIENCIA PERSONAL, se elaboró un protocolo sobre búsqueda de orígenes que puede verse en la web y ser consultado por cualquier persona. En el libro que te he recomendado, pensando por lo que he leído en tu blog que eras ávida lectora, no participa un adoptado de la asociación sino que me atrevería a decir que la mayoría de los casos expuestos son de asociados a nosotros puesto que trata sobre mediación familiar y la intervención en el campo de búsquedas. Como nuestra asociación recomienda que la búsqueda sea hecha y abarca desde la infancia, adolescencia hasta la búsqueda activa. Yo no sé qué te motivó a contactar con la madre de tu hijo el mayor, supongo que puedes engancharte en la espiral de ir recibiendo información y sin darte cuenta llegas a un final que igual no tenías ni previsto. Un adoptado que esté buscando sus orígenes, que se encuentre con trabas y problemas (sabiendo cómo uno se siente cuando no le acompaña un profesional en el camino y pasan estas cosas) estoy convencida que te dirá que haces muy bien en haber decidido establecer relación con ella por tu cuenta como adulta porque implica quitarle piedras del camino para un futuro (un futuro que no sabes, ni podrás saber hasta que llegue). Yo hace unos años te habría aplaudido, pero ahora me parece peligroso.
    No me cuentes por favor cómo es la adopción internacional, ni me cuentes que los menores en muchos casos dejan personas con las que han mantenido relación como hermanos y se acuerdan de ellos mucho tras su adopción. Precisamente en nuestra asociación tenemos un caso en Etiopía y una cosa muy diferente es que los padres adoptivos contacten con la familia de origen por su cuenta y riesgo (no olvidemos que hablamos de niños aún inmaduros) y otra muy distinta es establecer con intervención profesional, familia adoptiva y de origen (a tres bandas) una comunicación que derive en que el niño pueda en su caso, en el momento de estar preparado y de estar preparada la familia de origen por los mismos profesionales, recibir información y retomar un contacto que tuvo y perdió y del que se acuerda. Esto lo estamos haciendo en nuestra asociación. Pero nunca recomendaremos, ni ninguno de nosotros te dirá que está bien coger el teléfono o el avión, o el coche (lo que sea) y presentarte de forma inesperada en la vida de otra persona que por X motivos que aún se desconocen, renunció a un hijo. Que ni es bueno que lo hagan los padres y menos aún que así tomen contacto los hijos con su familia de origen. No es que sea tajante, es que ya he visto mucho y no hacer las cosas pausadamente y con preparación, o hacerlas a lo loco trae consecuencias.
    No te estoy echando una bronca, es una información que quiero dar a todas las familias porque lo veo muy común hoy en día que los padres hagan las búsquedas que les corresponde a sus hijos. Yo no hablo de recopilar datos, hablo de extralimitarse en esa recopilación.
    Lo dicho, recomiendo el libro de Jaime Ledesma porque explica cuál es el fin y la necesidad de buscar, las fases existentes en la construcción de la identidad, por qué una persona debe estar desarrollada, situaciones propicias en la vida para dar comienzo a la búsqueda activa y cuáles son perjudiciales etc…
    La búsqueda es otro gran tema muy desconocido me parece a mí.

    • Creo que soy perfectamente capaz de entender lo que leo y lo que oigo, gracias. Lo que no quiere decir que lo comparta: también soy capaz de tomar mis propias decisiones, y de cometer mis propias equivocaciones.

      Efectivamente, soy una ávida lectora, y tomo nota de tu recomendación. Voy a leerlo dispuesta a aprender, pero con el mismo sentido crítico con el que lo leo todo.

      Si tú no necesitas que yo te cuente cómo es la adopción internacional, yo tampoco necesito que nadie me hable en este tono condescendiente, como si fuera una menor de edad a la que hay que decodificarle/ interpretarle los mensajes y mostrar el camino correcto. Cuando llegas a mi edad, hace años que has dejado atrás las certezas absolutas… es posible que a ti también te suceda algún día.

      En cualquier caso, como ya te expliqué más arriba (no sé si te tomaste la molestia de leerlo… de intentar entenderlo, de empatizar… del tono de tu(s) mensaje(s) deduzco que tienes tan claras tus ideas que no dejas que las que son distintas te penetren), yo he decidido emprender un camino que por ahora se está haciendo, sobre el que hay poca literatura, sobre el que no se conocen sus consecuencias. No es ni una decisión ni un camino que haya tomado «a lo loco», ni con prisas, ni sin pensar, ni sin preparación, aunque la preparación no me la hayas impartido tú. Tampoco necesito que aplaudas mis decisiones.

      Como ya te dije, eres libre de acompañarme, acompañarnos, a lo largo de este camino. Tus experiencias y opiniones serán bienvenidas, como las de todos los demás. Tus juicios no. Los únicos a los que voy a permitir que me juzguen, los únicos que tienen derecho a hacerlo, son mis hijos.

  24. enrrique truyol dijo:

    Porqué tanto dolor en tus palabras? Mi hermanito es adoptado y es lo mas hermoso que me ha podido pasar en la vida, verlo cada día es como si Dios me repitiera Aquí estoy para ustedes el amor es real y no importa de donde venga , no tienes ni la mas minima idea de lo que adoro a ese niño y de los feliz que nos hace, daria con gusto mi vida a cambio de la suya fuera necesario. Saludos desde colombia.

  25. Creo que es bueno escuchar. y opino que la mujer que escribo el articulo debería ampliar mas sus sentimientos con entendimiento si en realidad no conoce que pasó con su mamá biológica…No todas las madres biológicas quieren el bebé que llevan en su vientre…y no todas las madres adoptivas compran los niños y se aprovecharon de la necesidad de una pobre mujer embarazada que se ve obligada dar su bebe en adopción..Las adopciones son llenas de historias tan diversas como de los hijos de las madres solteras, casadas, monoparentales y viudas..
    Me duele mucho oír que los chicos adoptados no se dan cuenta que su mayor problemas es el RECHAZO que sufren ya en el vientre de su madre…Mi deseo mas grande es que cada adoptado pudiera encontrar su familia biología ( no solo la madre ya que nunca se habar de padre ni se le da importancia al resto de la familia) y conozcan la verdad aunque sea fea y cruda y limpien su corazón y mente de dudas que les atormentan…Hay casos dramáticos de niños robados, casos de violaciones pero también de madres que sufrieron mucho por tener que dar en adopción su hijo…tanto que algunas no se recuperaron nunca del trauma…pero hay que saber que mayoría de los padres adoptivos no tienen ni idea lo que hay detrás su hijo adoptado..NO SE PUEDE CUESTIONAR EL AMOR SINCERO de unos partes adoptivos…Mas bien hay que juzgar la sociedad, la religiones con su prejuicios y a algunas org. de Adopción que no estudian suficientemente los padres adoptivos para ver donde dejan una criatura que necesita un hogar y ampr de una familia..Desde luego a nosotros nos «sacaron hasta las tripas» los de Bienestar familiar…durante meses antes de dejarnos los hijos. En caso de uno de mis hijos pude hablar larga y tendidamente con una de las madres sobre su situacion y la decisión que tomó y sé hasta los detalles mas pequeños…Y sé cuando un hijo se entera que no fue deseado y desde el momento de la gestación rechazado les cuesta mucho aceptarlo y arrastran un gran resentimiento el resto de su vida..Pero hay que ser realista sobre la vida. No importa donde nacimos, de quien nacimos sino donde estamos ahora y lo que hemos echo de nuestra vida…Hay que saber que hay niños que crecen en unas familias biológicas difíciles, maltratados física y emocionalmente y que también tienen su autoestima robada y se merecen crecer sanos y felices rodeados de amor y no de pobreza y rechazo…
    ¿Y que hace la sociedad al respeto? Muy poco o casi nada.
    Soy una señor ya mayor que pasé por una niñez difícil y sufrí muchas necesidades de toda clase e enfermedades, pero a mis hijos adoptivos le di junto a mi esposo un futuro digno y una niñez maravillosa que yo no tuve. Me siento orgullosa de ello. Así que termino, nunca permitiré que me metan en el mismo saco con las personas corruptas. No hay que compadecerse nunca de uno mismo, siempre hay alguien que lo esta pasando peor y esforcémonos hacer de nuestra vida un ejemplo digno de seguir para los que nos rodean y que amamos con locura..
    Y cito las palabras de «Mente es maravillosa»;
    Abre los ojos al mundo.
    Tenemos que salir de nuestro “universo cerrado”, mirar hacia el exterior, a los demás y darnos cuenta de todas las cosas que tenemos y agradecer por ello. Lamentablemente, hay muchas personas en peor situación que tú, hazte consciente de ello y fíjate. Seguro que después vas a estar mucho más agradecido de la situación en la que te encuentras, de la que muchas veces quizás te quejes.

    Hay que echar fuera el rencor que nos hace enfermar y nos despoja de la felicidad.

  26. Estas palabras son demasiado duras e hirrientes para no dejar un comentario ..
    Yo creo en las adopciones legales sin dinero por medio y años de espera con ilusión y anhelo. .La persona que escribió esto debería disculparse con los padres que lo son de verdad, instituciones que lo hacen por el bien de las criaturas que necesitan un hogar y amor de una familia. No todos compramos ni vendemos bebés ni idealizamos la realidad. ..Lo siento de corazón lo que pasó con su vida pero esto no le da nadie el derecho de marcarnos como unos criminales, mentirosos y traficantes.Cada adopción es un mundo y lo hermoso de haber sido madre adoptiva no me lo dejo ensuciar por nadie. .De corazón o de vientre o como lo quieren llamar una madre de verdad no hace diferencias y como dice la » princesa del pueblo» Belén Esteban :»Yo, por mi hija mato “

    • No creo que nadie tenga que disculparse por expresar(generosamente) sus sentimientos… podemos compartirlos o no, entenderlos o no, escucharlos o no… pero no me parece lícito negarlos y menos aún obligarle a disculparse por ellos.

  27. La adopción también es un acto de amor. Ojalá todos los niños adoptados hayan sido amados por sus primeras madres…
    El niño crece en el corazón de la mamá adoptiva… Para mi es aliviado y esperen adoro. Que no puedas hacer crecer un bebé en tu útero es muy doloroso y saber que podes amar y ser amado por alguien que está sólito en el mundo es curador

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