familia monoparental, diversidad familiar y adopción

Chivato

Una escena que recuerdo muchas veces repetidas en mi infancia:

Estamos en la clase, ha sucedido algo, no se sabe quién lo ha hecho. La maestra no lo sabe. La maestra pregunta. Silencio. Vuelve a preguntar. Silencio otra vez. Finalmente, tímidamente, vergonzosamente, el o los culpables confiesan.

El culpable podía confesar, pero el silencio anterior era también una parte importante de la escena. Nadie debía delatar a un compañero.

Lo peor que se podía ser era chivato.

Lo peor que se podía llamar a otro niño era chivato.

No sé si sigue siendo así, sé que mis hijos usan el verbo “chivarse”, aunque les corrijamos “mejor di contar”, sé que siguen guardando secretos, mentiras y silencios. Siguen sin pedir ayuda. Escondiendo las cosas que hacen, pero también las que les hacen las cosas de las que son víctimas. O de las que son testigos: el silencio de los buenos, que decía Martin Luther King.

Porque, ¿qué pasa cuando cambiamos el verbo “delatar” por “denunciar”?

¿Cuántos matices hay entre ambos verbos? ¿Son situaciones claramente delimitadas o depende de quiénes sean los protagonistas?

¿A quién beneficia la Ley del Silencio?

¿A quién fastidian los chivatos? ¿A quién le hacen daño?

¿Qué precio se paga por no callar, por no consentir?

¿Alguien nos enseña que “chivarse” no necesariamente es ser cobarde, sino que puede ser un acto de valentía, de enfrentarse al mundo, de negarse a aceptar las injusticias?

Desde Finlandia, donde tantas cosas buenas nos enseñan relacionadas con la educación, llega una nueva estrategia para combatir el acoso escolar en las aulas que, a diferencia de otros programas que se centran exclusivamente en la víctima y el acosador, incide en el grupo. En esas personas que no acosan, que sólo observan, que son testigos y que se ríen.

Y que después, cuando las cosas se tuercen, lloran y se preguntan por qué no hicieron nada, por qué no avisaron a nadie.

Comentarios en: "Chivato" (9)

  1. claro, hay que romper con la ‘ley del silencio’, los profes les están empezando a insistir mucho en que sea así porque de otro modo es imposible combatir el acoso… yo a los mios siempre les digo que no delaten porque sí, pero siempre que sepan que se está haciendo daño a alguien, daño del tipo que sea, que no se corten en avisar al profe… el método finlandés se basa en dos métodos que inciden en cambiar el comportamiento de los acosadores a través de la interacción del grupo y la empatía, parece muy simple pero me acabo de leer un libro donde puedes ver cómo funciona de manera muy didáctica, y leyéndolo te das cuenta de que lo que no funciona es el castigo, la expulsión y demás, porque con el castigo del acosador lo que consigue la víctima es: seguir aterrada por posibles represalias, seguir aislada porque nadie en la clase le va a apoyar puesto que no se ha hecho un trabajo de empatizar con ella, y que el bullying se esconda más para no ser pillado por los adultos, y por supuesto que la víctima no denuncie sabiendo que el acosador será castigado y luego puede tratar de vengarse. Finlandia, Reino Unido, Irlanda, Australia, USA, están abogando por estos otros métodos… para quien lea inglés le recomiendo un libro que explica muy bien el método con un montón de ejemplos prácticos y que deberían tenerlo todos los tutores de coles de España: http://www.uk.sagepub.com/books/Book230828 Bullying a complete guide to th Support Group Method, George Robinson y Barbara Maines, ed. Lucky Duck. Lamentablemente no está en español. Yo lo conseguí por Amazon, es realmente fácil de entender. Ojalá se tradujera.

  2. Este año fui a una charla sobre acoso escolar en el cole de mis hijos, impartida por la policía y lo primero que nos preguntó el poli es cuantos habíamos llamado alguna vez a nuestro hijo chivato o les habíamos recriminado por ser chivatos. Bastantes levantamos la mano. ¿Sabeis lo que es un chivato?, nos dice, un chivato es un delincuente que para redimir su pena delata a otros delincuentes como él. Nos comentaba que considerar que alguien es un chivato ante cierta información no fomentaba que nuestros hijos nos lo contasen todo, que la actitud es cuéntamelo todo que después ya valoraré yo la información, si se está «chivando» de que su hermano hace esto o aquello, o alguien en clase, pues vale, ya verá el adulto si tiene que tomar medidas o simplemente no hacer nada porque lo que hace no pasa nada. Pero si ante contar algo, la reacción del adulto es «no te chives», cuando lo que tenga que contar sea algo que a lo mejor le pidieron que no lo contase, o duda, siempre va a intentar no ser un chivato. Al llegar a casa, lo primero que hice fue decirles a mis hijos que nunca más habría chivatos en casa, que siempre me dijeran las cosas y ya vería yo que hacer con ellas, que cuando hablas las cosas se resuelven y si las callas no se resuelven nunca. al menos a mi esta charla me sirvió para aprender muchísimo sobre las actitudes de acoso y las redes sociales, deberían darlas en todos los coles y a todos los padres.

    • Yo reconozco que soy contradictoria, muchas veces les pido que me cuenten las cosas, pero también hay otras en las que se lo afeo… y creo que para ellos no es fácil ver cuándo deben hacer una u otra cosa..

  3. Interesante la escena que describes para iniciar el post. Me gustaría compararla con el programa KiVa, iniciativa finlandesa. Salvando todas las distancias en las dos situaciones vemos a los adultos responsables afrontando un problema y en los dos se observan resultados positivos. Está claro que tenemos la responsabilidad de intentar concienciar a nuestros hijos de lo qué es el acoso y cómo podemos afrontarlo. Bien por el programa KiVa y ojalá su uso se extienda.

    • Creo que en la escena de mi infancia, había resultados positivos inmediatos (el que confesaba era bien visto por reconocer su «culpa», y a menudo eximido de más consecuencias sólo por hacerlo), pero creo que tenía consecuencias negativas a un plazo más largo: nos enseñaba que lo bueno era callar, sucediera lo que sucediera…

  4. «…A día de hoy las cosas están más tranquilas quizás porque alguien comentó en clase que hay un “chivato”, concepto que creo debiera explicárseles bien tanto a alumnos como profesores ya que su uso no es el debido.»
    Este fragmento es de una carta que escribí al centro donde estudia mi hijo; repetí muchas veces en dirección lo equivocados que estaban los alumnos y muchas personas sobre este concepto; hay una cosa que se llama «Responsabilidad Civil» que puede salvar a muchas víctimas de un «cobarde chivato»

  5. Lo difícil es que ellos vean y entiendan lo que consiguen con pasar esa información. Si con esto evitan el sufrimiento de una persona p.e o simplemente lo q buscan es que se castigue a esa tercera persona(cuando lo q estaba haciendo era algo sin mayores consecuencias).
    A mi me revienta cuando los hermanos se delatan entre ellos por tonterías como q no han recogido la ropa o algo q hayan podido romper sin querer… Simplemente buscando q se castigue al otro !!

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