familia monoparental, diversidad familiar y adopción

Sola entre parejas

Este texto lo ha escrito Viviana Gómez Thorpe, periodista argentina autora del libro «No seré feliz pero tengo marido» (un título que es toda una declaración de intenciones).

Anoche comí con amigos. Amigos de siempre. Tres parejas. Y yo.

En general trato de evitarles esa violencia a las personas EMPAREJADAS.

Me quieren y los quiero, pero el manejo de períodos de soltería cuando la mayoría de amigos está en relaciones comprometidas, es desgastante. Para ambas partes. Más si el PERIODO DE SOLTERIA es ya visiblemente definitivo por propia elección. ¿Una mujer sola, sin pareja? ¿Libre y feliz? ¿Con qué se come eso? La gente ‘normal’ no sabe bien donde ubicar a ese personaje que se desplaza ahora sin el SIAMÉS al que todos estaban acostumbrados, y cuya ausencia viene a desequilibrar el propio SIAMESAJE de todo el resto.

Así es que me invitaron mediante la clásica frase de rigor en estos casos: «El sábado hacemos un asadito. Traete un amigo…».

Pero no me lo traje.

Para los viudos, separados o solteros en rebeldía, este tironeo desgastante suele resultar en una presión personal a involucrarse en relaciones insatisfactorias para complacer al resto del grupo.

Constantes presentaciones forzadas de posibles candidatos Muchas de ellas por sorpresa… Tenaces consejos y admoniciones por no ‘Rehacer tu Vida’ (qué frase que me gustaría analizar con más tiempo…)

Aunque es difícil, considero vital resistirse a ‘ser ofrecida y que a una le ofrezcan’, así implique no encajar nunca más en ese grupo de afectos, verlos menos o nada…

¿Porque además qué podría compartir una (MUJER SUELTA) acerca de su actual vida amorosa, afectiva, probablemente intermitente con esos seres que han luchado y se aferran por mantener un lazo importante para ellos, aún cuando en demasiados casos a todas luces, resulte ser el mismo que parece acogotarlos…?

Por eso bueno es mantenerse a una prudente distancia. Protegiendo a esas almas queridas para no inquietarlas con nuestro DESORDEN…

Porque alguna vez una también estuvo allí…»

Me ha parecido una reflexión muy interesante. Yo no recuerdo sentirme fuera de lugar con mis amigos en pareja, ni cuando dejé de ser «siamesa» después de un largo período, ni más adelante… pero sí en otros entornos menos próximos en los que me he visto obligada a alternar ocasionalmente, por ejemplo, el día que comí con las 9 parejas que hacían conmigo el cursillo para conseguir el CI, o en algún encuentro con familias del colegio.

¿El mundo es de las parejas, está pensado por y desde las parejas? ¿Quién se siente más incómodo en situaciones como las que describe el texto: la persona que está sola o los dúos? ¿Qué amenaza supone para una pareja consolidada la soltería más o menos permanente de una amiga? ¿Ante qué espejo les pone? ¿Hay una presión social para que nos emparejemos, aunque sea mal, para no desentonar?

Y…

¿Sucede lo mismo al revés? Cuando una persona que ha estado largo tiempo soltera y se ha relacionado, quizás, con otras personas igualmente impares, empieza a tener pareja ¿se siente fuera de lugar – o excluida? Así le pasó – según me contaba – a la primera amiga de mi grupo adolescente que tuvo novio en serio, y yo ahora mismo creo percibir alguna vez que personas que quizás habrían contado conmigo unos meses atrás no lo hacen, quizás por no molestar, quizás porque no saben cómo encajarme, cómo encajarnos…

Termino con una reflexión de la psicoanalista María Adela Mondelli respecto a este texto que me parece brillante:

La decisión de estar sin pareja -que no es «sola»-, es una experiencia temporal imprescindible en la vida de la mujer que quiera alcanzar cierto grado de empoderamiento personal. Pero es necesario pensarla como una opción definitiva de vida, hasta que no nos encontremos con aquel con quien pueda construirse un vínculo más allá de los mandatos culturales vigentes. Si no, la soledad temporal se transforma en una trampa que la mujer misma se puede poner.

Comentarios en: "Sola entre parejas" (22)

  1. La decisión de estar sin pareja -que no es «sola»-, es una experiencia¿¿¿¿¿¿ temporal!!!!!!¿¿¿¿¿????? imprescindible en la vida de la mujer que quiera alcanzar cierto grado de empoderamiento personal. Pero es necesario pensarla como una opción definitiva de vida, ¿¿¿¿¿¿¿¿hasta que??????????????? no nos encontremos con aquel con quien pueda construirse un vínculo más allá de los mandatos culturales vigentes. Si no, la soledad temporal se transforma en una trampa que la mujer misma se puede poner.

    Ni siendo crítica con el mandato pareja llega a cuestionarse el modelo de raíz . Lo que dice (en este párrafo) es que está bien estar sola y así cuando llega el príncipe azul estás estupenda y él te ve con el cutis más sonrosado.
    Que es necesario estar bien sola ¿para elegir mejor? ¿para emparejarte mejor?.

    ¿No podemos decir simplemente que está bien estar sola?

    • Buen análisis semántico… Aunque yo soy menos crítica: creo que quiere decir que toda mujer necesita, al menos temporalmente estar sola. No creo que niegue que en algunos casos pueda ser definitivo; pero que incluso las que viven o vivirán en pareja necesitan esta soledad temporal en algún momento (estoy de acuerdo: veo en muchos casos de personas que encadenan parejas, una huida hacia adelante, para no encontrarse consigo mismas. Creo que de estar sola una buena temporada – definitivamente o no, pero no sólo como una transición – se aprende mucho).

      Y que esta soledad, aunque en algunos casos puede ser temporal, sólo si la pensamos como definitiva nos permite alejarnos de emparejarnos por mandato social, con personas que no merecen la pena.

      Y por cierto, creo que es igualmente aplicable a los hombres. Aunque quizás por mandato cultural, las mujeres solemos diluirnos más en la pareja que ellos.

      • Yo lo he entendido como la Madre de Marte. Y con respecto a los hombres, creo que influyen otros factores…
        Si le añadimos el factor hijos (en unas o en otros) las cosas adquieren miles de matices y variables más.

      • Sí, yo también creo que hay matices. Pero también creo que hay muchos hombres con miedo a estar solos, quizás por razones distintas que las mujeres, pero a quienes esto también encadena a relaciones que no siempre son beneficiosas para ellos. Y que estar solo una buena temporada es una buena experiencia, imprescindible para conocerse a uno mismo, seas hombre o seas mujer.

  2. Los hombres son menos capaces de estar solos, pero ellos recurren a relaciones múltiples cuando no quieren emparejarse. Le llaman «amistad con derecho a roce» e intentan convencernos de que aceptarlo significa estar liberadas, cuando lo que hacemos en realidad es formar parte del harén de ellos, algo evidentemente antediluviano. Solo si nosotras eligiéramos la poligamia libremente (asumiendo que NO se nos consideraría unas conquistadoras como a ellos sino algo muchísimo peor) sería positivo y recomendable. Pero habitualmente aceptamos quedar en un segundo plano para no perder a alguien que nos gusta mucho, eso es perder la dignidad y, en ese caso, merece la pena estar solas.

    Otra faceta de la mujer desparejada es tratar con el público en general: por ejemplo, si vienen a hacer un arreglo en tu casa intentan engañarte, y en general hay una falta de respeto y un desprecio a nuestra inteligencia (incluso por parte de personas obviamente ignorantes pero, eso sí, muy machos) en lo que no solemos reparar porque la costumbre nos hace verlo como lo más normal del mundo.

    Saludos y gracias por este blog tan interesante como poco habitual

  3. De verdad tratáis con tanta gente emparejada por no desentonar? Ya lo hemos hablado aquí más veces, y será que soy de otra generación pero mi grupo de amigos es una mezcla de parejas y solteros/as y no veo ni esas incomodidades por ninguna de las partes, ni esa necesidad de emparejares por no desentonar, etc.

    La frase que ha analizado Nuria, de acuerdo con ella (con Nuria) y la necesidad de estar sola para alcanzar empoderamiento personal??? Por qué no se puede alcanzar si tienes pareja? No se puede seguir creciendo individualmente?? Si tengo una pareja duradera xq los 2 estamos felices, no vamos a poder desarrollarnos tanto??

    Por último, cuando alguien viene a arreglar algo a casa, si intenta engañarme desde luego no es porque sea mujer y esté sola. Creo que eso depende más de la actitud de la mujer (o el hombre, que a ellos tambien los engañan!) y por supuesto, de la cara dura que tenga el técnico

    • ¿Quién ha dicho que trate con gente emparejada por no desentonar? No lo leo en el texto original ni en los comentarios…

      No creo que la diferencia sea generacional, sino de entorno. Hay entornos más y menos convencionales en todas las generaciones (y personas que se salen de las normas establecidas también). De hecho, es curioso, pero bastante personas de mi generación piensan que los jóvenes de hoy son más convencionales, más machistas y menos tolerantes que los de hace 20 años…

      Sí te doy la razón en que no solamente se puede alcanzar el empoderamiento personal estando sola, aunque sí creo que hay cosas que sólo se aprenden estando solos (como otras cosas sólo se aprenden estando en pareja). Creo que hay parejas que se conocen muy jóvenes y están toda la vida juntos y funcionan… no sé si son la mayoría… pero también creo que hay mucha gente que se empareja debido a la presión del entorno, de la familia, del grupo de amigos… y creo que es a esta gente a la que se refiere.

      Tampoco he sentido nunca que me quisieran engañar cuando me venían a reparar algo a casa,… no especialmente.

  4. Me refería a que se emparejan por no desentonar, vamos, eso de la presión del entorno, familia, etc., que no lo veo mucho a mi alrededor.
    Sobre que los jóvenes de hoy sean más machistas y más convencionales… De qué edad hablamos? Yo tengo 30 y desde luego no lo creo respecto a mi generación. Sí creo que somos menos revolucionarios, menos feministas nosotras, (yo no lo soy en absoluto) pero básicamente xq no lo hemos necesitado. Muchos hemos crecido en un entorno de cuasi igualdad por el que ya habíais peleado las jóvenes de hace 20 años. Nos lo habéis puesto fácil, por eso a veces cuando hablo con mi madre la encuentro desfasada en su «lucha» de sexos… Yo he visto machismo a mi alrededor, claro que sí, pero no me ha afectado ni en el colegio, ni en la universidad (en una carrera de «hombres») ni en el trabajo ni en mis relaciones…
    No sé si eso está cambiando pero sinceramente espero que no

    • Yo creo que hay mucha gente que se empareja, no tanto por no desentonar, como porque toca, por inercia, porque es lo que se hace… en todas las generaciones. Obviamente, esta presión era más grande unas generaciones atrás (pocas mujeres se sustraían a este mandato cultural en la generación de mi abuela), pero sigue sucediendo. Tanto entre hombres como entre mujeres. Yo veo en mi entorno a personas que están con alguien con quien están mal, un poco por lo que dice el título de ese libro… «no seré feliz, ¡pero tengo pareja!».

      Yo en realidad no creo que las generaciones jóvenes sean «más retrógradas» que las anteriores… es algo que he discutido muchas veces con mujeres de 40 y tantos que se quejan de esto respecto a sus hijas (adolescentes o veinteañeras). Creo que notamos más las actitudes retrógradas precisamente porque hemos avanzado, mientras que antes las dábamos por sentadas, como algo natural.

      Eso sí: no entiendo que alguien pueda no ser feminista. ¿Cómo se puede estar en contra de que todos tengamos los mismos derechos?

  5. Por supuesto, igualdad de derechos!! Pero la primera acepción de feminismo es una doctrina social favorable a las mujeres. Supongo que en contraposición al machismo, que obviamente no es igualar los derechos del hombre a los de la mujer, sino algo favorable a los hombres (sólo en la segunda acepción se habla de igualdad, que para mí es lo importante).
    . Ni favorable para un lado ni para otro, igualdad, lo veo más simple.

    • Esto no vale… te has dejado la mitad de la definicion: Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres. Y la segunda (para mí una versión de la primera): Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.

      La idea del feminismo como equivalente en versión chica del machismo, es una idea absolutamente machista, y extendida por los que están en contra de la igualdad: el feminismo ha sido, desde su inicio, la lucha porque las mujeres tengamos los mismos derechos que los hombres, jamás se ha pretendido que tengamos más, u otros.

  6. Vaaaale, es cierto que me dejé una parte, jajaj! Pero es que me cansan tantos comentarios de «las mujeres somos más listas», «no necesitamos a los hombres para nada, se pueden extinguir»( oiga, que a lo mejor a algunas/os nos molesta que se extingan;) ), etc. Esa intento de echar la balanza hacia el lado contrario, eso de que en las separaciones «los niños siempre están mejor con la madre»… Por qué no podemos ser simplemente iguales respecto a los derechos?

    • ¿Por qué a veces no somos iguales respecto a los deberes?

      Un tema complejo. Conozco parejas, digamos, igualitarias en todo. Conozco muchas más que no lo son (como mínimo en deberes respecto a la educación y cuidado de los hijos, la casa…)

      • Leí tiempo atrás un estudio que decía que las parejas igualitarias, en un alto porcentaje, dejaban de serlo, en lo que se refería al cuidado de los hijos. Aunque hasta el momento (e incluso después) se repartieran los deberes domésticos de forma equilibrada, la llegada de los bebés decantaba el peso básicamente hacia las mujeres.

    • A mí también me molestan estos comentarios. Escribí sobre esto recientemente de forma tangencial (https://madredemarte.wordpress.com/2013/05/14/la-piel-negra-es-mas-bonita/) y anteriormente (https://madredemarte.wordpress.com/2011/03/28/bebe-nina-negra/; https://madredemarte.wordpress.com/2011/09/06/custodias-compartidas/). Tan sexista me parece hacer de menos a los hombres como a las mujeres… aunque socialmente esté más aceptado. Pero esto no tiene nada que ver con el feminismo.

    • Hola Marta

      No creo que ninguna mujer quiera que se extinga una parte de la población, ni siquiera las lesbianas, entre las que no me encuentro. También a las feministas nos gustan los hombres, lo único que nos molesta es la desigualdad, la prepotencia, a veces el desprecio, o esa actitud condescendiente cuando alguna les parece atractiva y (por tanto) algo tonta.

      Estoy generalizando, pero es más común de lo que imaginas. Vete a un restaurante con una amiga y ponte al lado de una mesa libre, si se sienta una pareja o un grupo de chicos, observa a quién sirven primero aunque vosotras hayáis llegado mucho antes. Lo que pasa que no nos fijamos en esas cosas, pero no vendría mal que lo hiciésemos, quizá sería algo más desagradable pero solo se puede cambiar algo si se sabe que existe.

      En cuanto al cuidado de los hijos, pienso que los hombres están tan capacitados como nosotras para quedarse solos (en caso de separación o no) con un bebé de una hora, un día, un mes o un año. Otra cosa es que quieran tomarse todas las molestias que hacen falta. Muchos lo harán de buen grado, otros lo dicen pero es solo de boquilla. Esa convicción de que solo las mujeres podemos hacernos cargo de los hijos menores de siete años viene de muy, muy lejos y es profundamente MACHISTA.

      Por tanto, celebro que estemos de acuerdo pero llamemos a las cosas por su nombre.

  7. Totalmente de acuerdo menos en una cosa; si voy a un bar con una amiga y la mesa de al lado es de hombres, casi siempre me sirven a mí antes!! (Si el camarero es hombre, siempre)

  8. Pilar C dijo:

    Temazo éste!!!
    Soy madre soltera por elección, y feliz, tan feliz que a veces ni me lo creo, y los que están emparejados de mi entorno, menos!! Sí, es así.. No quiero generalizar y decir que me ocurre con todas las parejas que conozco, pero sí con muchas, es como si cuestionaran no que sea feliz con un hijo (esto no), pero sí que lo sea sola, sin pareja, sin marido en concreto.
    Y es curioso porque si en algún momento se me ocurre «quejarme» del duro día a día, porque aunque es feliz y elegido-elegídisimo, es duro, porque dos manos abarcan fatal una jornada laboral que no puede ser reducida (por motivos económicos) y una escolar, por esa compra que a veces no me da tiempo a hacer… etc, no quiero darle ahora especial importancia a esto porque además, yo no se la doy: a lo que llego, llego y punto; he aprendido a diferenciar lo urgente de lo importante; pues eso que si alguna vez se me ocurre decirlo me encuentro con todo tipo de comentarios tipo: ah, maja, pues no sabes la suerte que tienes de no tener «encima» otro hijo más (se refieren al marido) porque es que no hace nada, bla, bla, y además, no tienes suegra de la que casualmente se quejan siempre, excepto cuando la tienen de canguro y gratis!!
    De que además tienen que tener cenas preparadas, etc…
    Me llevo casi 6 años con mi hermana, ella menor, y ya de jovencitas, vamos, cuando ella y sus amigas de 17 se ennoviaron, ya recuerdo que yo no les gustaba nada… y ahora, al pasar los años y la vida ha evolucionado como ha evolucionado en cada caso… confirmo que sigo sin gustarles. No me preocupa, es cierto que no es un grupo con el que tuviera mucho que ver, ni entonces, ni ahora.
    A ellas las oigo quejarse y ser infelices en muchas ocasiones, muchas; a pesar de todo, se casaron y comparten hipoteca e hijos, y aunque despotrican mchas veces y me dicen «la suerte que tengo», cada vez que se acerca la fecha de un aniversario, lo proclaman a los cuatro vientos como si fueran felices y comieran perdices

    • Yo me he pasado muchos años ahí,, donde estás tú, con el mantra de «llego hasta dónde llego», y viendo a mi alrededor parejas infelices, quejándose, y más estresadas y desbordadas (a veces con un solo hijo) de lo que lo estoy yo sola con dos.

      Me gustaba tanto el mundo «desparejo» que me había ido construyendo, con mis hijos, mis amigos, mi autonomía… que tenía hasta un poco de miedo a enamorarme y tener que renunciar a ello.

      La suerte es que he podido enamorarme sin renunciar a nada…

      PD. Copio aquí un enlace que ha colgado Martes en la entrada de salir del armario, y que creo que tiene mucho que ver con lo que se habla aquí: http://haikita.blogspot.com/2013/05/que-es-lo-normal-normalidad.html

  9. Pues sí: sois muy afortunadas y me encanta!!!
    he leído el link, efectivamente, así es; destaco este párrafo especialmente, porque a veces, los distintos asustamos y lo mejor es seguir la norma, ser normal; y reconozco que algún momento de mi juventud deseé ser como mi hermana y sus amigas, tener un novio, con el que tener un hijo, formar una familia…
    «Las mujeres y los hombres disidentes, y todos aquellos que no se definen como hombres o mujeres, y que son disidentes, suelen ser invisibilizados en la prensa, acallados en los parlamentos, discriminados en sus entornos laborales, torturados en las cárceles, golpeados en las comisarias. Todo para que no contagien al resto la disidencia de la normalidad.»

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